domingo, 30 de octubre de 2011

18 de octubre

Apenas he saludado a la abuela y he salido corriendo hacia el trabajo, no me apetecía empezar la mañana con broncas. O quizás estoy equivocada porque ayer tarde apenas la ví. Se acostó pronto, cosa rara en ella y por eso no se si está  enfadada conmigo por lo que pasó con su novio. Así que lo mejor es poner tierra por medio entre nosotras y más tarde ya veremos qué pasa.
Al llegar a medio día me he encontrado una sorpresa. Sobre la mesa del comedor, además del ramo de flores que trajo Marcelino y que la abuela colocó en el  más bonito jarrón de la tienda de los chinos de la esquina, había unas bandejitas con el resto de las delicatesen que sobraron de ayer. Normalmente, la abuela los hubiese congelado y guardado para la comida de navidad, por muchos meses que falten.
Al oírme entrar en casa ha salido a recibirme (¡glub!) con una sonrisa de oreja a oreja (¡vaya!) Me ha dado dos besos sonoros (¿cómo Judas?) y me ha preguntado qué tal lo he pasado en el trabajo (si me pinchan no me sacan sangre. ¡Nunca me había hecho semejante pregunta!) - Abuela ¿éstas bien? -"Como nunca, hija. Anda, cómete estas cositas, te las he guardado porque se que te gustan mucho" - (Aquí hay gato encerrado... ¿les habrá puesto arsénico?) - ¿Tú no comes? - Vale. Sentémonos y hablemos de lo ocurrido ayer (mientras lo decía me ofreció la mejor de sus sonrisas y vi brillar el diente de oro del que tan orgullosa está) - ¿Es necesario que lo hagamos ahora? - "Por supuesto... ¿cómo se te ocurrió esconder a Pascualita en el cuarto de baño?" - Pensé que allí no la buscarías, lo siento - "No tienes porque sentirlo, es verdad que no se me ocurrió pensar que estuviera allí pero ¿por qué crees que se cayó la pecera?" - La coloqué en la estantería más alta y tuve miedo de que patinara así que le puse una toalla debajo. Seguramente quedó colgando, Marcelino se cogió a ella para ayudarse y se le vino todo encima... - "Esta mañana he llamado a la Residencia para preguntar por él. Me han dicho que no está bien, tiene mucha fiebre y a veces delira. Dice que una piraña le ha mordido su colita..." - ¿Colita? - "Eso dice. Es que es una persona muy educada y jamás dice una palabra que pueda ofender el oído de quien le escucha" - ¿incluso delirando? ¡jopé! - "También dice que una ninfómana, aprovechándose de su dolor, lo ha violado repetidamente..." - ¡¡¡Abuela!!! - "No puedes creer todo lo que dice un moribundo... solo fue una vez..." - ¡Pero el pobre estaba herido! ¿Cómo has podido... - "Nunca has oído aquello de que cuando la fortuna pasa delante de tí, hay que cogerla porque puede ser la última vez... pues eso hice. Aproveché la oportunidad. No me mires así. Hacía tanto tiempo que no había visto una cosa igual que se me nubló la razón y solo escuché mis instintos" - Vale. No te juzgo porque quizás tienes algo de razón, además, Marcelino casi se carga a Pascualita. La pobre estaba medio asfixiada entre sus muslos y cada vez los apretaba más ¡qué animal y qué guarro! Menos mal que la pude sacar de allí de un tirón que sino no lo cuenta. - "Bueno, tampoco cargues todas las tintas contra él. Y en cuanto al tirón debo decirte que fue lo que más le dolió porque la sirena se llevó un trozo de pellejo entre los dientes" - ¡Huuuyyy! ¡que repelús!... ¿Vas a ir a verle esta tarde? - "No. Me han prohibido la entrada en la Residencia. Dicen que soy una viciosa y una mala influencia para los residentes. Por lo visto hay algunos que están deseando compartir "jueguecitos" conmigo. Ya ves, a pesar de todo, he triunfado, jejeje..." - ¡Menuda fama te estás labrando, abuela. O sea que te has quedado compuesta y sin novio!- "Pero con un nutrido grupo de pretendientes. Bien está lo que bien acaba...Por cierto, Pascualita no ha comido nada en toda la mañana. La encuentro rara" - Estará asustada todavía. Voy a buscarla - Coloqué la pecera en la mesa, como siempre.  La sirena estaba escondida dentro del cofre del tesoro que adornaba el fondo. La abuela le tiró una migas de pan pero ella no hizo intención de salir de alli. Me puse las gafas para verla mejor - Déjemosla en paz, abuela" - "¿pero qué hace?" - ¡Escupe!

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