viernes, 25 de noviembre de 2011

Cuando la abuela a regresado del Funeral ha dejado caer una frase inquietante - "No se si debemos preocuparnos. Luego lo pensaré" - ¿Ha ocurrido algo? - "No, no... ¿vamos a cenar?" - No he insistido. Cuando ha metido a Pascualita en el "acuario" rosa me he fijado en la boca de la sirena por ver si llevaba rastros de sangre pero no, todo estaba normal y en cuanto nos hemos sentado a la mesa se ha subido a su atalaya a contemplarnos como siempre.
Más tarde he iniciado un suave interrogatorio - ¿Qué tal por el Funeral? - "Bien, como siempre" - ¿Y de pretendientes cómo vas? - ahí se empezó a animar - "Superior. Hay uno, Andresito, que come de mi mano" - ¡Vaya! Este es nuevo. - "Jejejejeje... nuevo, nuevo... tiene diez años más que yo jejeje... Le conozco desde hace mucho tiempo porque fue nuestro médico de cabecera cuando aún vivía tu abuelo. Por cierto, entonces ya me tiraba los tejos el puñetero jijiji..." - ¿No te dejaste embaucar, verdad? estabas casada... - "Nunca disfrutarás de la vida con esos pensamientos tan carcas, hija mía" - ¡¡¡Abuela!!!... o sea... que sí... - "¡Ay, deja ya eso! el caso es que Andresito tiene un hijo, médico también, que le ha contado que, últimamente, proliferan los ataques de un animal desconocido. Trabaja en urgencias y ya ha tenido que curar a bastantes personas con esa clase de mordedura, muy dolorosa a causa del veneno que inyecta. Ya supondrás que me he quedado de piedra ¡y con Pascualita colgada de mi cuello!" - ¡Mira que te he dicho veces que no te la lleves por ahí! ¿Eso era lo que te preocupaba cuado has llegado, verdad? ¡Y te quedas tan pancha! - "Es que no creo que puedan relacionarnos" - Pues yo creo que sí. Siempre que ha ocurrido un ataque o tú o yo o las dos juntas, hemos estado allí. ¡Ay, Dios mío. Acabaremos en la cárcel y Pascualita en un frío laboratorio!- "Ya sabía que no debía contártelo. Haces un drama de todo. Piensa un poco, no saben dónde vivímos" - Piensa tú. La última víctima ha sido la cotilla del 4º ¡Casi nada! - "Ah, pues sí... ¿qué haremos ahora?" - No nos queda más remedio que devolverla al mar - "¡Ni hablar! Ya puedes ir pensando en otra cosa" - ¿Pero no ves que la policía vendrá a registrar la casa? ¿Dónde la vamos a esconder? - "¿En la cisterna del water?" - No creo que dejen de mirar ahí - "¿En la lavadora?" - ¡Eso! y nos la cargamos metiéndole agua de mar... No veo ninguna solución... - "¡Yo sí!  ¡Me voy de viaje y me la llevo conmigo!" - Pero cómo... - "¡Basta de peros! El lunes me voy a Cantabria, a un hotel junto al mar, de modo que a Pascualita no le faltará agua salada" - ¿Y cuántos meses te quedrás? - "¿Meses? ¡cinco días! - Entonces he imaginado lo buenos que pueden ser cinco días sola, tranquila, a mi aire, sin discusiones ni problemas ¡Un sueño hecho realidad! - ¿De verdad te vas? - "¡Claro!" - ¿Tú sola? - "¿Sola? No. Con Andresito" - ¡¡¡¿Y Pascualita?!!! Eso es mentar la soga en casa del ahorcado - No sabes la vidilla que da una situación comprometida y unas gotitas de intriga ¿verdad, chiquitina? - La sirena, alegre, le ha tendido los bracitos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario