sábado, 17 de diciembre de 2011

Aunque parezca una bobada, todos los años por estas fechas, escribo una carta a los Reyes Magos. De niña siempre encontraba, junto a mis zapatos, lo que les había pedido, ahora no me traen nada aunque sigo teniendo la ilusión de que  un día, mágicamente, encontraré un regalo. ¡Huy, que viene la abuela! Escondo la carta porque no quiero que se ría de mí como hace siempre - "¿A qué no sabes quién a venido al Funeral esta tarde?" - Pues... no sé - "A ver, piensa un poco... ¿Qué haces? ¿Ya estás con la chorradita de cada año? Eres más tonta que Abundio jajajaja, ¡Por lo menos pide un novio! ¡Y con la cartera llena! A ver si se acaba la crisis en esta casa... ¿Qué. No se te ocurre nada? Que poca imaginación tienes, hija... ¡Mateo!... No disimules que no sabes de quién te hablo ¿A qué no?... ¡El alcalde, mujer!" - ¿Por qué hablas de él con tanta confianza? - "¿Y qué quieres? Los ciudadanos lo tenemos en nómina. Bueno, pues se ve que el hombre no sabía donde se metía cuando ha entrado a tomarse un café. Se ha sofocado un poco cuando lo hemos rodeado exponiéndole nuestras reivindicaciones a gritos, porque era la única manera de que nos entendiera al hablarle todos a la vez..." - Mejor hubiera sido que se lo dijérais uno tras otro - "Si, claro, pero un café se toma en seguida y no queríamos que se nos escapara" - ¿Y qué tal es? - "Guapito. Y simpático, educado, atento, aunque parecía algo nervioso" - No me extraña teniendo a la jauría tan cerca - "Nos ha dicho que sí a todo" - ¡Cualquiera os dice que no a la cara! - "Y tiene un revolcón" - ¡¡¡Abuela!!! Que está casado - "Bueno, no he dicho que se lo vaya a dar... Se ha interesado por el termo ..." - ¡No le habrás enseñado el contenido! - "Ganas no me han faltado y más cuando Andresito le ha dicho, riendo, que había un bicho muy peligroso dentro" - ¡Este tío es tonto! - "Ha venido la tele ... ah, no sé quién la ha llamado pero me han dicho que saldremos esta noche así que voy a ver las noticias" - Al poco rato en la pantalla apareció el Alcalde rodeado de viejos y viejas desatados ¡por poco le tiran el café encima! Después la cámara se acercó al termo de la abuela, estaba desenroscado y pude ver perfectamente, los ojos saltones de Pascualita mirándome fíjamente.
Sobre el borde del "acuario" la sirena no se perdía detalle. Entonces ella y la abuela, juntando los dedos índice y pulgar, se dijeron ¡OK! y Pascualita dió un salto mortal en el agua. ¡Ambas estaban felices mientras a mi me temblaban las piernas!

No hay comentarios:

Publicar un comentario