domingo, 4 de diciembre de 2011

¡Se acabó la tranquilidad! ¡Ya ha vuelto a casa la abuela! Oh, no, con lo bien que estaba yo en mi casita , sin ruídos ni discusiones. ¡Que poco dura la felicidad en casa del pobre!
Al entrar ha soltado los pocos bultos que llevaba porque el resto, los más pesados, me han tocado a mí (empiezo a tener completo de mula de carga) por el comedor y la salita ¡Hala! en un santiamén todo ha estado patas arriba. Después le ha faltado tiempo para correr hacia el "acuario" y estrechar a Pascualita entre sus brazos. A la pobre la ha pillado desprevenida tanto entusiasmo después de los días de paz que ha pasado conmigo y he visto un conato de amenaza cuando sus afilados dientes han empezado a asomar en su boca pero en seguida ha reccionado y escurriéndose de la abuela, ha dado saltos mortales dentro del agua de lo contenta que estaba.
Los paquetes extras que ha traído del viaje están llenos de comida de esa que se pega al riñón y no es compatible con el colesterol: chorizos, morcillas, tocinos, orujo, alubias de todos los colores. Para qué ha comprado esto si no nos lo vamos a poder comer - "¿Cómo que no? Allí bien que me lo he comido y míra, aquí estoy, vivita y coleando" - No sé por qué lo de "coleando" ha traído una visión a mí mente, en una  correlación de ideas y sin pensar, he dicho - ¿Qué tal se ha portado Andresito? - En seguida me he arrepentido de pero el mal ya estaba hecho - "Se le ha notado que está viejo porque se cansaba mucho subiendo cuestas y escaleras pero aún tiene la mano ligera si se trata de dar un pellízco y no te digo nada si la cosa pasa a mayores, entonces se le olvidan sus muchos años y... " - ¡Vale, vale, vale! No hace falta que cuentes las cosas con pelos y señales. Me hago una idea. - "¡Qué idea vas a hacerte si, con los años que tienes, solo has oído hablar de la teoría pero desconoces la práctica! Si hasta Pascualita sabe más que tú de esas cosas. Verás. ¿A ver, cariño, cuántos moscones han venido a rondar a ésta mientras yo estaba fuera?... ¡Mira, mira si es lista mi niña! ... ¡¡¡Cero!!! jajajajajaja" - En efecto, la desgraciada de la sirena ha hecho un cero con sus deditos palmeados ¡Será jodía! - "No sabes lo que te pierdes. Nosotros, en cambio, hemos aprovechado bien la habitación doble. Esto hay que celebrarlo. Anda, boba, no pongas esa cara y saca el chinchón que vamos a tomarnos una copita y otra de orujo para comparar" - En efecto, las tres hemos comparado los dos licores pero como no nos poníamos de acuerdo sobre cual era mejor, hemos vuelto a comparar y así una y otra vez porque... ¡hip!... no acabamos de... ¡hip! coincidir ... unas veces parece... ¡hip!... que nos guuuuuussssta más uno... y otra... ¡hip!... el otro... Ahora creo que... me toca el ooooorujoo... ¡Hip! ... ¿o el chiiiinchón?... ¡hip!

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