viernes, 13 de enero de 2012

"¡Estoy harta! He encontrado otro dibujito en el buzón y esta vez viene con amenaza: Dadnos 100 euros y os dejaremos en paz. ¡100 euros! pero estos cretinos por quién nos han tomado! ¡Vaya birria de chantaje!" - ¿Qué querías, que nos pidieran millones? Si hasta esos 100 euros es mucha cantidad para nosotras... ¿Y dónde y cuándo tenemos que entregar el dinero? - "¡Tú eres tonta! No vamos a entregar nada, antes me lo como. Lo que tenemos que hacer es coger al Mariano ese..." - Ah, pero ¿lo conoces? - "¡No! lo llamo así porque hace como el otro, el genuíno ya me entiendes, que tira la piedra y esconde la mano. No da la cara cuando tiene que mentir como un bellaco, quizás por miedo a que se la rompan,  por eso se escuda tras las caritas de gesto compungido que vemos en la tele aunque, a veces no sé si estan tristes por lo que nos están contando o es que les cuesta aguantarse la risa... Total, que como están las cosas, no vamos a soltar ni un euro, además, fíjate tú que tuvieras que abortar..." - ¿Quién?... ¿Yo?... - "Sí, alma de cántaro ¿quién si no?" - Que yo sepa... como no venga el Espíritu Santo... - "Bueno, pues date con un canto en los dientes porque, puestas en esa tesitura ¿a ver qué hacemos?... o pagamos el chantaje del Mariano o el chantaje del JR, una cosa u otra que para todo no nos llega" - Abuela, respira un poco. Mira nos tomamos un chinchón mientras voy despejando mi cabeza.
Pascualita, que ha seguido atentamente la perorata de la abuela, ha entendido perfectamente la palabra "chinchón" porque ha dado un salto mortal hacia atrás, con tirabuzón incluído y a vuelto a sentarse en el borde de la pecera, con la boca abierta esperando su gotita de licor ¡No sabe nada la interfecta!
Unas cuantas copas después hemos llegado a la conclusión de que  hay que descubrir al que mete los dibujos en nuestro buzón y para ello emplearemos al parado de larga duración que quiso llevarme al huerto. Le daremos una pequeña cantidad de dinero para que lo vigile y nos describa a las personas que metan algo en él. No creo que diga que no.

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