sábado, 25 de febrero de 2012

San Urdangarín

De buena mañana la abuela ya estaba desayunando y lista para salir a la calle - ¿Dónde vas tan pronto? -
" Urdangarín... ¿te suena? ... Hoy declara en el juzgado y no quiero perderme su llegada. Hay que ir temprano para coger un buen sitio" - ¿A éstas hora y con frío, quién va a ir?  - " Los ciudadanos que no queremos perdernos el espectáculo" - Que morbosa eres - "No, hija. Estudiosa de la evolución del ser humano hasta llegar al siglo XXI. Me pregunto: ¿hemos evolucionado?" - ¡Pues claro! - "¿Seguimos teniendo ansia de sangre? ¿Hacemos del juicio un acontecimiento social? ¿Somos capaces de aprovecharnos de las desgracias ajenas (por mucha culpa que tenga el presunto acusado)?" - Que tonterías dices. Claro que no - "Ya te contestaré." - Cogió un bolso grande y metió el jersey que estaba tejiendoy a Pepe. A Pascualita  la puso en el termo - ¿Te vas a llevar a éstos dos? A ver si se te pierden -

A mediodía la abuela me demostró que, desde la Edad de Piedra, el Hombre sigue siendo el mismo. - "Soy el Pueblo, por eso me he puesto a tejer entre la multitud de pancartas y gentes que me zarandeaban, como las madames de Francia cuando, sentadas en torno a la guillotina, tricotaban sus jerseys mientras contaban y jaleaban las cabezas que iban cayendo. No ha estado mal... Cuando la gente gritaba ¡ya viene, ya viene! me he convertido en una cuidadana romana dispuesta a disfrutar del Circo viendo como los leones se comían a los cristianos. He tenido un subidón de adrenalina. Al ver el coche y como le tiraban huevos, insultos y maldiciones,  me he transformado en parte de la plebe que injuriaba y escupía  al condenado que nos iba a hacer pasar un buen rato mientras ardía en la pira. ¡Es sublime!. Con decirte que he gritado igual que los demás y no he tirado huevos porque no se me ha ocurrido llevármelos y me he tenido que contener para no tirarle a Pepe" - Ay, Dios mío. Seguro que te sacan por la tele - "¡Es verdad. Ponla, ponla!...

 Los bares más cercanos están haciendo su agosto y tanto sus dueños como los de los balcones con vistas al callejón, le ponen una vela a San Urdangarín... ¿Te das cuenta? Mucha civilización y educación pero a la primera de cambio, nos sale el animal que llevamos dentro. ¡Uf! ha sido una pasada... Por cierto, será mejor que apagues la tele..." - En ese momento, en la pantalla se veía a la abuela dándo bolsazos a todos los que estaban a su lado, policías incluído. - ¿Y ésto? - "... ¿Te acuerdas de cuando Lola Flores perdió un pendiente?... Yo había perdido a Pascualita... Para que viera mejor la he puesto en el broche y con los empujones y los roces de la gente, la he perdido de vista. Pensé que se había caído y para que se apartaran y no la pisaran he repartido estopa pero no estaba en el suelo... Al final, con gran alivio, la he visto agarrada al cable del pinganillo que llevaba en la oreja un policía. También he visto como subía y me he temido lo peor así que he intentado cogerla antes de que mordiera pero no he llegado a tiempo. Al sentir el mordisco el hombre ha gritado y ha sacado la porra para defenderse pero los que estaban a su lado han entendido que iba atacarles y se ha armado la marimorena al grito de ¡Todos somos valencianos! Afortunadamente nadie me ha visto cuando la he arrancado de la oreja" - Yo también he aprendido algo y es que las guerras suelen empezar por cosas tan tontas como un mal entendido - ¿Qué voy a hacer contigo, abuela? ... - ¿Ponerme un chinchón, por ejemplo?

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