Eramos pocos y parió la abuela,  eso dice ella cuando se enfada. La he encontrado asomada al balcón discutiendo con unos obreros del Ayuntamiento que estaban quitando la farola de la calle cercana a casa. - "¡Pondréis otra ¿no?!" - Las risitas con que acogieron la pregunta no le hicieron gracia. - Ya sabe que estamos en época de recortes... - "La calle quedará a oscuras ¡Más le vale a Mateo que ponga pronto una nueva farola si no quiere que coja yo unas tijeras y le recorte sus...!" - ¿Mateo? - ¡El Alcalde!.

Sentada en la cocina, con Pascualita mirándola desde el frutero, no sabía si le hablaba a ella o a mi  - "A la ciudad luminosa y mediterránea que debería ser Palma, la están convirtiendo en un lugar triste y oscuro. La gente está cabreada, muchos visten de negro porque así tienen el ánimo con el porvenir que les espera y para rematar la jugada me quitan la farola ¿Pero en qué País vivimos?... y la "educadísima" Fabra sigue sin dimitir ¡Maldita sea!"

- Abuela, así no puedes seguir, te va a dar un patatús y mira la hora que es y aún no has hecho la comida - "Es que me sacan de mis casillas ¡no como a ti que no tienes sangre en las venas!" - ¡Eh! que yo no he puesto patas arriba el País... ¿Has estado oyendo las noticias, verdad? - "¡Te puedes creer que Sa Prinsessa ha dicho que no debería ir a la cárcel quién roba dinero de las instituciones! ¿Qué hay que hacerle, idó? ¿Invitarla a arroz brut y porcella? ¡y no se ha dado por aludida al decir "los que roban"!... ¿Y el Rato? Ese tiene cuento para rato. Dice que la culpa es de ese, de aquel, del otro y del de la moto pero suya ¡pots pensá!" - ¿Y te enfadas por una simple farola? - "¡Es mi farola, coñe! Ahora tendré que encender la luz cuando me levante por las noches para ir al baño ¡justo ahora que la han subido!"

- ¿Qué han subido? - preguntó la Cotilla mientras se sentaba a la mesa del comedor - ¡Buenos días, mujer! ¡Cuanto tiempo sin verla! - Ya está tu nieta tirándome coñas. No sé en que colegio la educaron pero se lucieron con ella... ¿Qué comeremos hoy? - "¡Nada! No estoy de humor para nada" - Pero, mujer, eso no puede ser... ¿y qué como yo ahora? - ¿Usted sola, egoísta? - Egoísta no, me preocupo por mi mejor amiga... que soy yo. ¿Tienes sobras de ayer? pues con eso y una ensalada quedas como una reina... ¿Por cierto? ¿Es verdad que nos han quitado la farola? - "¡Claro que es verdad!" - Te he visto hablando con unos obreros subidos a uno de esos brazos mecánicos junto a tu balcón y pensé que estabas ligando con ellos - ¡Esta tía es tonta! - ¿Y ahora qué haré? Voy muchas veces al baño durante la noche y no puedo gastar tanto en luz... Bueno, me sacrificaré... - ¡Vaya. Menos mal! ... - y bajaré aquí cada vez que tenga pipí. Dejad la fregona a mano por si se me escapa alguna gotita.