sábado, 4 de agosto de 2012

- "Esta noche no he podido dormir..." - ¿El calor? - "No. Rajoy" - Bueno, soñar con él no creo que estimule la libido jajajaja - "¡Quita, quita, que esta noche la pasaré con Andresito en su Torre del Paseo Marítimo y no me puedo quitar a Rajoy de la cabeza diciendo la frase (que repite bastante) con esa voz sin fuerza, su cara bonachona y abriendo muchos los ojos: Y yo estoy contento.¿De qué? me pregunto cada vez que la oigo... Por cierto que desde ayer no encuentro a Pepe..." - ¿No me digas que se ha ido a dar una vuelta el solito jajajaja? - "Solo, sí, aunque con ayuda... Fue cuando el Presidente dijo que las pensiones sería lo último que tocaría ¡lagarto, lagarto! en cuanto dice que no a una cosa, al día siguiente la recorta y sabiendo eso me exalté, cogí a Pepe y lo tiré contra el televisor pero rebotó y salió disparado por la ventana" - ¿No bajaste a buscarlo? - "Sí, pero no lo encontré y ahora tengo un disgustooo..."

A mediodía subió el Municipal y se encontró en el rellano con la Cotilla que venía a comer. Abrió con su llave y le invitó a pasar como si estuviera en su casa y aunque dudó un segundo, acabó entrando y yo tuve que correr como alma que lleva el diablo porque en ese momento salía de la ducha como mi madre me trajo al mundo - Discúlpela, agente. Las chicas de hoy en día no tienen pudor ni vergüenza, ya ve usted. En cambio a mí nunca me encontrará desnuda porque, incluso viviendo sola, no salgo sin ponerme algo encima... - ¡Dios no lo quiera! (murmuró).- La abuela hizo de relaciones públicas mientras yo gritaba como una loca desde mi cuarto, poniendo a parir a la vecina - "Pasad, no os quedéis en la puerta" - Ya se lo he dicho yo pero es muy tímido...  Hay que ver como está tu nieta esta mañana. Hija, no sabes cuanto siento que tengas que sufrir una cruz como ésta con los años que ya tienes - La mirada de la abuela la taladró pero no se dio por enterada - Bueno... (dijo el Municipal) yo venía a ... en fin, que he encontrado "esto" en la Plaza y... creí reconocerlo... - "¡Pero si es Pepe!... Esta un poco estropeado..." - Lo encontraron unos niños y se lo llevaron como pelota para jugar un partido de fútbol - "Pobrecito... y todo por culpa de Rajoy" - ¿Cómo dice? - "Nada, cosas mías... ¿quieres un chinchón?" - Mientras iba a por unas copas oyó a la Cotilla comentar - Síguele la corriente que la pobre ya no está muy bien de la azotea... Es mucho lo que tiene que aguantar de esa nieta y los noventa ya no los cumple... - ¿No tiene 85? - Bueno, eso dice pero ¡que vaaaaa! es mucho mayor que yo ¿acaso no se nota?

Al día siguiente la Cotilla no vino a casa. "Algo" la había atacado y tenía la cara hinchada, no podía abrir los ojos y no dejaba de moquear. Además, una resaca tremenda (no recordaba haber bebido) le martilleaba las sienes. La abuela, su amiga y vecina, le había dicho que eran cosas de la edad y a pesar de lo maltrecha que estaba, le pareció percibir un deje de cachondeo en la voz. ¡Ay! que malita estaba.


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