miércoles, 15 de agosto de 2012

¡Oh!, que día tan bueno para no hacer nada. Si hubiese un Santo de los vagos le pondría una vela. He ido de silla a butaca, de butaca a sofá, de balcón a terraza. siempre buscando el fresquito, las corrientes de aire. Ahora cojo un libro, luego una revista y así, a salto de mata me ha pasado la mañana.

La abuela me mira con mala cara. - "¿Te vas a estar así todo el día?" - ¿Hay mejor manera? - "Yo diría que unas cuantas, por ejemplo, recoger la cocina" - ¿Quieres amargarme?... hoy no lo vas a conseguir. He decidido no hacer nada y voy a cumplirlo... Deberías hacer lo mismo y descansar. - "No puedo. Esta tarde hay una fiesta en El Funeral y tenemos que estar en perfecto estado de revista" - ¿La Cotilla también viene? - "¿Qué pinta allí según tú?" - Bueno, como has dicho "hemos"... - "Me refería a Pascualita. Vamos a jugar al bingo pero los premios serán distintos. Por ejemplo, quién cante línea puede besar al hombre (o mujer) que  quiera y si su acompañante no podrá quejarse jejejeje" - ¡Pero eso será un desmadre! ¿Cómo vas a llevar a la sirena a que vea eso? - "Se supone que es mayor de edad... ¡Y quién haya cantado más bingos se lleva el premio gordo...!" -  ¡No me lo digas que me subirán los colores! - "¡Que falta te hace un buen repaso, hija mía!... El primer premio consiste en..." -

 -¡Avemaríapurísimaaaaaaa! - ¡Hala, se acabó la tranquilidad! - Pensé que un buen día como el de hoy te habría cambiado el carácter pero veo que sigues tan sosa como siempreeeeee - ¡Oiga! No hace falta que me lo cante en gregoriano. - Estoy practicando para meterme a monjaaaaaaaa - "¿De Madre Abadesa? Lo digo por la edad" - La Fe no conoce de edadeeeeees... - "Y el hambre tampoco. Déjate de tonterías que ya no estás para estos trotes"" - Es que en un convento no me faltaría de nada - "No podrías chismorrear" - ¿Ah, no?... Es que no llego a fin de mes... El otro día estuve tentada de coger el sobre que dejó Blas en la entrada... - Sentí que la rabia me subía hasta el cuello, por eso no puede contestar a la abuela cuando me susurró - "Entreténla mientras voy a mi cuarto a pintarle las uñas a Pascualita. Tiene que estar guapa por si alguien la ve" - Una hora y media después volvió con nosotras y yo fui a tomarme una aspirina. La cabeza me dolía horrores después de haber aguantado a la vecina.

Sobre las seis la abuela se fue. Andresito la esperaba abajo, en el coche. No se olvidó de colgarse el termo del cuello donde iba la sufrida sirena, embutiendo sus carnes entre las paredes de plástico. Decididamente había que cortar los helados de raíz. ¿Dónde se ha visto una sirena comiendo helado?. Antes de que se cerrara la puerta recordé algo - ¡¿Cual es el premio gordo?! - "¡Un viaje a Calatayud con quién quieras!" - ¡¿Si te toca a ti irás con Andresito, verdad?! - "¡Que nieta más tonta tengo, Pascualita! jajajajajaja" - Y la puerta se cerró.

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