miércoles, 28 de noviembre de 2012

El Otoño, el muy jodío, está abriendo paso al Invierno y cada día se nota más y cuando eso ocurre la abuela se encoje y no salimos de casa sin ir tapadas como un esquimal. Si ella tiene frío, todo el mundo tiene frío. Así cojo unos constipados apoteósicos que me duran hasta la Primavera.

Sobre mi cama ya está la manta Paduana, que tiene más años que el que la inventó. Y el pijama de franela, la bata, los calcetines de lana y la botella de agua caliente. ¿Cómo puedo dormir con todo esto? Amanezco mojada como un pollo de tanto sudar... eso si la dichosa botella no está bien cerrada y me inunda la cama .

Otra que está pagando las consecuencias es Pascualita. He pillado a la abuela echándole agua caliente al "acuario". Afortunadamente, la sirena estaba sobre la mesa, junto a Pepe - ¡¿Quieres hacer sopa de pescado?! ¡La vas a achicharrar! ¿Dónde está? - "¿Crees que Pascualita no sufre el frío como nosotras? ¡Estás muy equivocada! Se ha pasado toda la mañana dentro del barco hundido buscando calorcito..." - ¿Cuánto tiempo llevabas hablando don ella? - "Le estaba comentando las noticias del Diario, como todos los días y ya iba por las esquelas..." - Te estaba dando esquinazo... ¿Dónde está Pepe? - "Debajo de esta bufanda tan mona que le he hecho... Míralo que contento está" - Debajo del montón de lana tricotada aparecieron los ojos, cerrados y cosidos, del jibarizado. Por lo menos él no suda.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! Al bajar la escalera he oído la palabra SOPA... A sí que tenemos cocido para comer... - No. Ayer sobró comida y eso es lo que comeremos - ¡Sobras! jejejejeje... Está de guasa tu nieta ¿a qué sí? - Desde que sé lo que le hicisteis a mi abuelo, no tengo ganas de guasa. - ¡Es pesada como el plomo! ¿Cómo hay que decirte que aun no era tu abuelo? No era nadie porque no lo conocías. Punto... Si hubiese existido la viagra quizás aún estaría aquí... - "¡Quita, quita! Me quedé más ancha que larga cuando... se fue.  Por fin fui una mujer libre" - Jajajajaja Pero si hacías y deshacías lo que te daba la gana. - "Eso sí, Pero después ya no tuve remordimientos" - ¿Y antes? - "Tampoco" - Mira, para que la pánfila de tu nieta quede contenta, saca el chinchón y brindaremos por la memoria de... ¿cómo se llamaba?" - "Esto... ¿Quieres creer que no me acuerdo?" - Anda, bebe rápido antes de que tu nieta nos eche de casa... ¡¡¡Chin chin!!!... Por tí... esto... nada, que no hay manera de acordarme... - "Ni yo... ejem... es que han pasado tantos años... - ¡Abuela, era tu marido! - " Sí pero, qué quieres hija. Desconecté el chip."

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