domingo, 4 de noviembre de 2012

- "Hoy toca matanza" - ha dicho la abuela. Supongo que estoy a salvo porque aún no le he dado el dichoso bisnieto...Tampoco creo que se cargue a Pascualita, ni a Pepe porque a éste ya hace tiempo que se lo cargaron los indios jivaros... Entonces ¿a qué se refiere?... ¿A la Cotilla? A veces la saca de quicio pero no creo que sea como para liarse a navajazos con ella... ¿Andresito?... No, ahora están a partir un piñón... o una viagra jejejeje... Y cerdo no tenemos. Para tranquilizar mi inquietud le he preguntado si me quería y me ha contestado - "¿Ya le has dado un tiento al chinchón?" - ¿Qué querrá decir esto, sí o no?

Al rato ha venido a mi ladoar enarbolando el cuchillo de cocina más grande y me he puesto a la defensiva. - "Hoy hace 90 años que encontraron la tumba de Tutankamón... ¿Qué te pasa? ... jajajajajajaja ¡Que tonta eres! ¿No me digas que te da miedo hablar de momias? Hummm, cuidadito, que son traidoras y saltaran a tu espalda cuando menos te lo esperes (al decir esto, con voz de ultratumba, levantó la mano que blandía el cuchillo y grité como una posesa) Jajajajajajaja ¿No te asustes mujer. Tutankamón era un tío muy guapo, joven y con pasta ¡menudo bisnieto hubiese salido de vosotros dos! ¡Si es que todo lo haces a destiempo!" - ¿Que he hecho ahora? (apenas me salía la voz) - ¡No haber nacido antes. Cuando estaba él!" - No hubieses sido mi abuela... - "¿Quién te ha dicho eso? Yo sí estuve allí" - ¿Hace dos mil y pico de años? No pensé que fueras tan mayor jijiji - "¡No quiero bromas con eso! ¿Te enteras?"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! Desde mi casa me ha parecido oír la palabra matanza... ¡Me pido una sobrasada! - "La economía no te funciona pero el oído lo tienes de maravilla. Pues sí, voy a hacer matanza ¡ahora mismo!" - Salí corriendo a encerrarme en el lavabo y una vez allí, atranqué la puerta con el armarito de las toallas. Desde allí llamé a la policía - ¡¡¡Es urgente. Se va a cometer un crimen!!!

Salí de mi escondite después de oír la sirena del coche y las voces de los policías dentro de casa. Me miraron sorprendidos - ¿Ha sido ésta? - (¿Dónde está la sangre? pensé) y enseguida recibí una bronca monumental por haber creado una falsa alarma anunciando la eminencia de un crimen. Al ver mi aturdimiento, uno de los policías se apiadó de mí y aguantándose la risa (cosa que me pareció deplorable, dadas las circunstancias) gritó mientras señalaba la mesa de la cocina - ¡¡¡Aquí está el muerto!!!

El "muerto" era la hucha-cerdito. Estaba rota y entre la abuela y la Cotilla contaban la calderilla  - "¡130 euros! Anda (me dijo) trae el chinchón que esto hay que celebrarlo". - ¿Puedo quedarme con alguno? - dijo la Cotilla - "¡¡¡No!!!"

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