domingo, 25 de noviembre de 2012

La Cotilla llegó procedente del mercado - ¿Qué se te ha perdido a ti allí si todos los días comes de gorra?" - Pensaba coger ideas para que hagas un menú más variado porque, hija mía, no salimos de Pedro, Juan y Andrés...  - "Por ejemplo" (la voz de la abuela había sonado atiplada, mala señal) - No sé... Hace tiempo que no pones conejo... ¿Por qué no haces conejo con cebolla y le echas un chorreón de coñac para que está más bueno? - "¡Y qué más!" - El postre lo dejo a tu elección jejejejeje

Hoy había conejo con cebolla para comer. ¡Pero es que a mí no me gusta el conejo! Esta puñetera siempre se sale con la suya y un día voy a montar la de San Quintín.

"¿Está bueno?" - Sí, aunque se nota que hace tiempo que no haces este guiso... A la salsa le falta un poco de picante y menos mal que me has hecho caso y has puesto el coñac... La carne ha quedado un poco dura... y has escatimado cebolla, pero en resumidas cuentas, se puede comer. - "Pues no volveré a hacer conejo en mucho tiempo... ¡me ha escupido!" - ¿El conejo? - ¡Mira! en plena frente. Me ha llenado de aceite y me he quemado. Después de que ellas acabaran de comer y yo de zamparme un bocadillo de queso, nos sentamos al rededor de la tele y después del café corrió el chinchón y desató las lenguas viperinas - ¿Sabes qué me he enterado de que el conejo es muy peligroso?. - "¡¿Y lo dices ahora?!" -  Me lo contó la Trini del Súper... ¿Te acuerdas que a la del tercero de la finca de enfrente la dejó el marido? - "Sí... ¿sabes por qué?" - Claaaaaaro...Porque escalabró al marido y por poco no lo cuenta, así que el hombre se asustó y tomó las de Villadiego... - "¿No se fue con otra?" - No creo que le quedasen ganas. - Seguro que comió conejo con cebolla jejejejeje. - Que graciosa... El caso es que... no sé si debo contarlo delante de la pánfila ésta... - "No te preocupes que ya está curada de espanto, fíjate que es fan del Sálvame" - Bueno, pues me dijo que un día llegó el hombre a su casa con ganas de juerga... ya me entiendes. Y de una cosa pasaron a la otra y de la otra a la otra... - ¿Que otras? Valiente explicación - ¡Ves como es tonta! Pues eso... ¿por donde iba? - "De una cosa a la otra..." - ¡Ah, sí... Total, que el hombre se encontró encarado al túnel del amor... - ¿El de la Feria? - ¡Calla ya, boba de Coria! Sigue... ¿Qué pasó?" - Puesto en esa tesitura, fue a por vino y salió trasquilado porque del interior del túnel salió disparada una bola metálica que le dio entre los dos ojos y le faltó poco para ir a ver a San Pedro. - ¡Jopé! ¿Y eso? - Ella usaba bolas chinas para endurecer los músculos y con el ajetreo se le olvidaron. Cuando él se recuperó la acusó de querer matarlo para quedarse con todo... En fin. Un desastre. - ¿Y qué tiene que ver el conejo en todo este berengenal? Es que no me entero de nada. - Pues hija, a buen entendedor...

-

No hay comentarios:

Publicar un comentario