- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! Acabo de ver al señor Li. Parecía presumir de lo que lleva entre las piernas... - ¿Perdón? ... ¿De qué presumía? - ¿Tu nieta se ha vuelto sorda o sigue con la misma tontería de siempre? ... Hablo del "paquete"... Por cierto, digno de un museo y el caso es que nunca me había fijado en él. - "Será que ha aprendido a promocionarlo" - ¿Ah, sí? ¿Qué comemos hoy? - Admiro la facilidad que tiene la Cotilla para pasar de un tema a otro sin coger aire.
Mientras comíamos la Cotilla volvía, una y otra vez, al tema del señor Li - Eso que tiene no es normal. ¿Sabes qué voy a hacer después de la siesta? Ir a preguntarle por el postizo que han traído de China - ¿Qué postizo es ese? - ¡Y yo que sé, boba de Coria! Con una mentira le sacaré la verdad - "¡A ti te lo va a contar, alma cándida!"- Le diré que pienso hacer propaganda de ese postizo, por toda la ciudad - "Allá tú... ¿Queréis una copita?" - A partir de ese momento, el tema de la entrepierna del señor Li pasó a un segundo plano.
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