miércoles, 27 de marzo de 2013

Espero que la Primavera se vaya asentando y la Cotilla se calme, aunque no creo que sea esta semana porque van a cambiar la hora, así qué, además de la Primavera, tendrá que asentarse su cabeza. ¡Por qué no encontrará un novio que se la lleve lejos!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¿Qué os parece mi nuevo look? - ¿A dónde va con esas sayas? - ¿Ves como tengo razón cuando digo que tu nieta es tonta? A ver, boba de Coria: llevo capirote, una túnica hasta los pies, cordón en la cintura y los bolsillos llenos... Piensa un poco... ¿quieres más pistas? estamos en Semana Santa... así que voy de... - Nazarena - ¡Bingo! acabas de ganar una muñeca chochona.- Es que me extraña que vaya vestida así. No va con usted. - ¿Cómo que no? Te recuerdo que paso mucho tiempo en las iglesias...

En ese momento la Cotilla se fijó en "una cosa" que iba reptando por la mesa de la cocina, vestida también de nazareno. ¡Ay, Dios! Tener una abuela atea no quita para que siga las tradiciones religiosas y hasta que no le ha echo un traje a Pascualita, no ha parado. Otro que no se ha salvado es Pepe, claro que como solo ha tenido que hacer el capirote ha sido más fácil. Pero ¿cómo se le ocurre tener a la sirena fuera de la pecera sabiendo que la pajarraca de la vecina suele rondar por casa a estas horas? - ¿Qué es eso? - "Como no voy a ir a las procesiones, por puro pundonor, las monto en casa. Disfrazo a un muñeco, pongo un disco de saetas, me como unos pestiños y unas torrijas, unos crespells, unos rubiols, unas rosquillas..." - ¡Para! ¿Te comes todo ésto y no me has dicho nada? ¡Valiente amiga estás echa! Y mientras, yo tengo que ir a paso de tortuga por las calles, aguantando a los pedigüeños de confites, las bandas de música y los parones para acabar con los pies como botas... claro que también me saco mis dineritos. - "¿En la procesión?" - Al que me pide confites: 1 euro. Si  oigo a un niño decirle a su madre que tiene hambre, saco un bocadillo del bolsillo y 3 euros al canto. ¿Qué tiene sed? un botellín de agua: 2 euros. "¿Pero qué llevas en los bolsillos, un supermercado?" - Bueno, no me falta de nada. - "¿Y con qué dinero has comprado todo eso?" - ¿Quién ha hablado de comprar? Si no llego a fin de mes. Me he inspirado en mi gurú Bárcenas y me va de maravilla. En las tiendas pequeñas me "abastezco" de todo. Luego os enfadáis cuando digo que hay que montarle de nuevo un altar. ¡Lo que sabe este hombre!...

Al quedarnos solas, la abuela corrió a arreglarse y salió de su cuarto ¡con mantilla y peineta! Me costó lo mío recuperarme de la impresión. Pero lo hice cuando vi que cogía a Pascualita y la intentaba meter en el termo aunque, gracias al traje y los michelines, no entraba. - ¿Qué piensas hacer con ella? - "Ganarme unos euros. No voy a ser menos que la Cotilla. Venderé claveles reventones y la sirena será un reclamo" - ¿La sirena? ¡ni se te ocurra sacarla a la calle!... Espera un momento... tómate un chinchón que hace frío en la calle... ¿Quieres otro?... - Horas después Andresito llamó por teléfono preguntando por la abuela. - Está durmiendo y no creo que se despierte hasta mañana.

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