lunes, 27 de mayo de 2013

- Entonces, qué, abuela ¿me compro el modelito para tu boda o no? - "¿Aún no lo has comprado? Tienes una pachorra que asusta" - Pero si me dijiste que ya no te casas... - "Esas cosas se dicen cuando tienes un enfado de muchos quilates pero como el anillo que me ha regalado Andresito tiene muchos más ¡no voy a ser tan tonta de dejarlo escapar! - A veeeeer ¡¡¡Madre del Amor Hermoso!!! Espera que me ponga las gafas de sol que me deslumbra. - "Además, Andresito me ha pedido perdón por el ataque de celos que tuvo ¿No es adorable?" - ¿Sería igual de adorable si no te hubiera regalado el anillo? - "¡Por supuesto que no! Pero ya dicen que una buena capa todo lo tapa... ¡y menuda capa!"

- ¡Avemanirapurísimaaaaaaaaaa! ¿Cuándo piensas hacer la despedida de soltera? - "Este sábado. En El Funeral" -  ¡No fastidies! Pero si te pasas el año entero en ese sitio. - "He pensado que es una buena idea porque así, nuestros amigos difuntos, desde sus fotografías del Muro de los Finados, también estarán presentes" - ¡No lo quiera Dios! (se santiguó y miró a todos lados con cara de susto)... ¿También estará tu primer marido? - "Eso no lo puedo asegurar" - ¿Le has contado a tu novio la exhibición que nos hizo Bedulio aquí? Espero que lo contrate porque es buenísimo, a pesar de su barriga jajajajajaja Además, el hombre necesita trabajar y quién sabe, de una despedida de soltera pueden salir muchas mas. - "No le he dicho nada y tú vas a tener la boca cerrada o te la coseré como la de Pepe" - Vaya, vaya. Así que tienes secretitos para tu novio... No creo que se bueno para empezar una nueva vida jejejeje - "Cotillaaaaaaaa..." -
¿Te has liado con el Municipal antes de la boda? - "¡Cotilla!" - Lo entiendo porque, en las distancias cortas tiene un buen revolcón - "¡¡¡Cotilla. Si quieres seguir comiendo en ésta casa, cállate!!!"

Mientras comíamos, la abuela le pidió a la vecina que fuera a la cocina a buscar un tapper que había dejado en la mesa - "No lo abras que se enfriará" - ¿Por quién me tomas? (dijo, ofendida) - Medio minuto después oímos un grito desgarrador y apareció la Cotilla en el comedor dando saltos, corriendo de un sitio a otro, llorando como una Magdalena y... ¡con Pascualita enganchada por dentadura a su nariz! Mientras yo la arrancaba de un tirón, miré a la abuela. Estaba disfrutando del espectáculo. Un poco más tarde, mientras le daba chinchón a la vecina, le comentó - "Parece que a mi primer marido no le han gustado nada las cosas que has dicho antes. Yo que tú lo olvidaría todo... ¡y no seas tan cotilla. Te he dicho que no abrieras el tapper porque nunca se sabe donde se esconde su alma inmortal" - Tuvimos que taparnos la boca para no soltar la carcajada.


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