viernes, 28 de junio de 2013

A ver qué dice la Cotilla ante la noticia del día. Lo que no entiendo es la discriminación. Han metido a un supuesto ladrón en la cárcel y sale en los telediarios, periódicos, radios, tertulias, en los cafés, en los mercados ¿Y qué pasa con los que entran a diario? No nos enteramos... ¿acaso éste es más guapo?... Le he echo esta reflexión a la abuela mientras desayunábamos y me ha dicho que no soy más tonta porque no me entreno. Y que si voy diciendo éstas cosas por ahí, que tenga la decencia de no decir que soy su nieta y menos ahora, con el rancio abolengo que tiene la familia de su novio, a la cual pasará ella a pertenecer muy pronto - "¡Está claro, boba de Coria!" - Y no contenta con eso, me ha dado tal capón que aún baila alguna estrella ante mis ojos.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¡¡¡Aaaaaayyyyyyyyyyyyyy que desgraciaaaaaaaaaaaa!!! ... ¡Toda la culpa es vuestra, tiquismiquis! ¡No quiero altares en mi casa, no quiero altares en mi casa! ¡Pues mira lo qué ha pasado al quedarse el pobre Luis sin protección! ¡¡¡Lo han metido en chirona!!!

Menuda perra ha cogido esta mujer con el temita. - Si lo han metido será porque habrá echo algo ¿no cree? - ¡Claro que ha echo algo! Ser luz y guía de los pobres mortales que le tenemos por el mejor de los de nuestros. - Ya se podrían mirar en otro espejo ¡Menudo tipo el tal Bárcenas! - ¡Alto ahí! No eres quién para  nombrarle. Solo podemos hacerlo sus incondicionales... ¡Lo que hubiera dado yo por estar en aquella boda de la hija de Aznar en El Escorial! Allí estaba la flor y nata de nuestra cofradía y hubiese aprendido a ganar  mucho dinero escuchándoles... ¿Me dejas que le ponga un altar a Bárcenas? ... Venga, mujer. Será una ayuda simbólica... No te va a costar ni un euro. - ¡Solo faltaría eso! ¡Abuela, ni se te ocurra!

Cuando nos hemos sentado a comer, sobre el aparador había una foto de Bárcenas iluminada por cabos de velas de distintos tamaños. La abuela no me hace ni caso y eso que estoy en mi casa.

No hemos podido poner la tele porque cada vez que salía Luis Bárcenas, la Cotilla lloraba como una magdalena. - ¡Pero si no es trigo limpio! - ¡Qué sabrás tú! Que se lo pregunten a los que han estado recibiendo sobres con dinero durante años de éste hombre ejemplar.

Ahora, mientras tomamos el café, tengo a Pascualita en el termo delos chinos, colgado a mi cuello y le he enseñado un juego: apagar con un chorrito de agua, las velas del "altar" ¡Que puntería tiene la jodía! La Cotilla está trastornada porque no sabe qué pensar sobre éste fenómeno - ¿Seguro que no es tu ex marido? - le pregunta a la abuela que no puede contener la risa. - "¡Quizás un altar es demasiado alpiste para éste pájaro! ajajajajaja "

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