lunes, 24 de junio de 2013

Esta mañana la abuela ha salido de casa con la toalla, la crema para el sol, las chanclas, las gafas de sol, las aletas (solo las usa para delimitar su "territorio" sobre la arena. Pone una clavada cerca de sus pies y la otra cerca de su cabeza y ¡Ay! de quién traspase la línea imaginaria) el bikini, el pareo, el sombrero y el termo de los chinos, lo que nos ha costado una agria discusión que ha acabado ganando ella, como siempre, porque ha salido dando un portazo y dejándome con la palabra en la boca.

Después de discutir con Pepe los pros y los contras de que Pascualita vaya sola con la abuela a la playa, la cabeza jibarizada me ha dado la razón ¡es un peligro! He decidido llamar al trabajo para decir que no me encuentro bien y no voy a ir a trabajar (espero que nadie me vea en la playa) cuando, como empujada por un tornado, la puerta de la calle se ha abierto con estrépito y la abuela ha entrado como un elefante en una cacharrería - "¡Me repatea la informalidad! ¿En qué quedamos? ¿Estamos en verano o no? ¡Me he quedado helada esperando el autobús! Dichoso cambio climático que no sabe a qué carta quedarse! Ahora mismo voy al mercado a comprar para hacer un buen cocido... ¡Atchiiiiiiisssssss! ¡Hala, constipado al canto!"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¿Hablabas de un cocido? ¿Pero tú sabes el calor que hace? - "¿De que País vienes tan calurosa..." ¡Atchiiiiiiiissssssss! - ¡No pienso comer cocido! - "Allá tú. Te aseguro que éste tendrá sus garbanzos, su jamón, su pringá... Vamos, todo lo que le toca" .... ¡Atchiiiiiiiiissssssss! - ¡Salud! Tómate un chinchón y se te pasará el frío...¿o es que tienes el corazón caliente? jejejejejejeje  ¿Ya estás con los nervios de la boda?... Estas cosas no se olvidan aunque hayan pasado muchos años ... ay... - "Ay ¿qué? boba de Coria ¿Cuándo has sentido tú esas cosas si nunca te has casado?" - No hace falta casarse, basta estar al lado del novio en el momento justo... el novio de otra, se entiende jejejejeje... - "¿Qué quieres decir?" - ¡Huy, nada, nada! jejejejeje - "Cotilla ¿me estás vacilando?" - ¡Nooooo! jajajajajaja... además, ¿qué más da? Han pasado muuuuuuchos años.

La abuela se quitó el termo de los chinos (¡menos mal!) y me lo tiró, luego cogió a la vecina por la pechera. Y de repente abrió la boca con asombro ¡acababa de recordar algo! - "¿Fuiste tú la chica sobre la que comieron mi primer marido y sus amigotes en la despedida de soltero? ¿Tú eras "la mesa"? ¡¡¡Te mato!!!" - Y se inició una carrera, a vida o muerte, al rededor de la mesa del comedor. - ¡Para a tu abuela! - me gritaba la Cotilla. - "¡Coge a esa mala pécora!" me gritaba, a su vez, la abuela. Al final nadie cogió a nadie porque el fuelle y las piernas les fallaron a las dos y acabaron derrengadas en el sofá.

Comimos ensaladilla rusa, fresquita, porque con tanto ejercicio sudaban a mares las dos amigas. Pero la discusión duró hasta la hora del café - ¿No sé a que viene tanto aspaviento si al final nos lo cargamos las dos? - "Porque de novio estaba muy bueno y te aprovechaste de él" - Ahí te doy la razón - "¡Tendrás cara!"

Me tenían tan harta que fui a buscar a Pascualita, me puse las gafas de sol y dejé que escupiera agua envenenada a las dos porque era tal el jaleo que armaban que la pobre sirena no sabía a quién atacar. Ahora ambas tienen un ojo hinchadísimo y duermen la mona. El chinchón, para éstas cosas, es mano de santo.


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