domingo, 14 de julio de 2013

¡Uffffff! que digestión más pesada tengo... Parece que he comido piedras ¡dos platos de piedras! Ya sé que no tendría que haber abusado pero la abuela cocina tan bien... además, no puedo consentir que la Cotilla coma más que yo, que para eso soy la que pago... Ni la sal de frutas que he tomado con medio vasito de chinchón me ayuda.

Encima tengo un sueño que no me tengo pero la sensación de hartazgo no me deja dormir. Y luego dice la abuela que conmigo tiene una cruz ¡ya, ya! ¡Yo sí que la tengo con ella! Es una miedosa. Le dan pánico los dragones, sargantanes o lagartijas y cuando tiene un cerca, pierde los papeles. A mi también me me dan miedo pero no es lo mismo, porque yo no guiso, solo como.

Esta mañana se ha sentado en la terraza a desayunar. Se estaba fresquito y se ha llevado a Pascualita para que disfrutara chapoteando en un barreño de plástico que ha puesto en el suelo, a su lado. Mientras leía el Diario le iba dando trocitos de pan tostado mojados en cola cao. Lo que ha pasado después ha sido culpa de Bárcenas.

Enfrascada en las noticias sobre el ex tesorero del PP, le ha dado el pan a la sirena, sin mirarla... pero una pequeña refriega, que venía del barreño, ha llamado su atención ¡Quién tenía el pan en la boca era un dragón y Pascualita, envidiosa, lo atacaba con sus dientecitos de tiburón dispuestos para partirlo en dos!

La abuela ha gritado, ha saltado, ha tirado la mesa, la silla y todo lo del desayuno, por los suelos. He salido corriendo pensando que la sirena había echo de las suyas y he visto un cuadro dantesco: Pascualita llevaba en la boca el rabo de la lagartija que no paraba de moverse. - ¡Suelta eso, asquerosa! - grité, confiando que el bicho me entendiera pero lo que hizo fue comérselo ¡Aaaaaaaaayyyyyyyyy Es como si estuviera viéndolo de nuevo!

Hemos estado enfermas toda la mañana. A Pascualita la he cogido con un colador ¡que asco! la he metido en su pila bautismal y he tirado el colador a la basura. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¿Qué ha pasado? - "Ahora no te lo puedo contar ¡Mira, mira, tengo los pelos de punta!" - ¿Ni que hubieseis visto un dragón? - "¡¡¡Calla, calla. Ni lo nombres!!!" - ¿¡No estará aquí!? - la vecina se ha alarmado. - Le ha contado lo que había pasado, sin nombrar a Pascualita - ¿Y quién se ha comido el rabo? - "¿Quién va a ser?... eeeeh... ¡Ay, no lo sé! La cuestión es que se lo han comido" - Hablando de comer... ¿Qué harás hoy? - "No estoy para nada después del susto... Haré lo primero que pille"

¡Potaje de garbanzos con todos su avíos! Solo de verlo se me caían unas gotas de sudor más gordas que una pelota de tenis... Pero estaba tan rico... y ahora estamos pagando las consecuencias. Se nos ha acabado la sal de frutas y le damos al bicarbonato, con chinchón, por supuesto... Todo sea por la salud.

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