jueves, 31 de octubre de 2013

Pascualita ha llegado hasta la botella de chinchón que había en el suelo de la cocina para reciclarla. La abuela no vió que quedaban dos dedos de licor en ella y empezó otra. ¿Por qué la sirena ha echo el viaje desde su pila bautismal hasta el cubo de la basura?... ¿Tiene insomnio?... ¿Hambre?... ¿Sintió la llamada de la botella, al verla?... o, lo que es peor... ¿Buscaba una víctima que llevarse a su dentadura?

Lo cierto es que no me ha gustado encontrarla tumbada en el suelo, con los ojos bizcos, el pelo-alga revuelto y haciendo movimientos extraños. La he cogido con el guante de acero porque no la he visto en sus cabales y le he palpado la cabeza. ¡Menudo chichón tiene! ¿Eso quiere decir que ha saltado de la pila al suelo? Posiblemente... aunque siendo la víspera de Todos los Santos, puede haber pasado cualquier cosa... desagradable.

Es espeluznante ver a un bicho tan feo, borracho perdido. A pesar del chichón, pienso que no fue ella quien se tiró de la pila bautismal al suelo. No puede, sigue gorda como un tonel... bueno, tonelito. Entonces... alguien la ha ayudado. Pero ¿quién? - Abuela ¿tú que crees? - "Que estás como una chota"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaa! ¿Una chota es una cabra?... ¿y quién dice cabra, dice cabrito?... ¡No me digas que vamos a comer cabrito al horno! - Hay que ver la fantasía gastronómica que tiene usted. Pues no señora ¡Hay sopas de ajo! - Mientras comíamos saqué el tema que me preocupa. - ¿Verdad que la víspera de Todos los Santos andan sueltas las ánimas del Purgatorio? - "Verdad" - ¿Verdad que, a veces, no son muy amigables? - "Verdad" - ¿Y es posible que una de ellas nos quiera jugar una mala pasada a través de QUIEN TU YA SABES? (pregunté a la abuela, abriendo mucho los ojos) - "Verdad" - ¡Luego, estoy en lo cierto! ¡¡¡Ha sido Pepe!!!

- ¿Quién es Pepe? ¿De qué demonios habláis? - "Pepe es "nuestro" Pepe... la cabeza jivarizada, mujer... ¡Ay, hija, pareces tonta! La que está en la mesa de la cocina" - ¡Ah, sí. El llavero! ¿Qué pasa con él? - "Pues que es un muerto y su alma parece que vaga por esta casa" - La Cotilla dio un respingo - ¡Otro fantasma! ¿Es que hacéis colección?

Mientras tomábamos el café, oímos a Pascualita dar coletazos en el agua mientras cantaba. Los nervios de la vecina se tensaron. - ¿Habéis oído? - ¡NO! (contestamos la abuela y yo a la vez) - El chapoteo seguía - ¿Ahora tampoco? (a la Cotilla apenas le salía la voz) - ¡NO! - Entonces se levantó y salió dando un portazo. - "Creía que no se iría nunca. ¡Me pido el sofá grande y la mantita suave!" - ¡No vale! siempre te quedas lo mejor... ¿Qué le pasa a Pascualita? - "Le he echado un buen chorro de chinchón en el agua para que nos espante a la okupa jajajajjajaja" - ¡Que a gusto se está en el sofá sin tener que compartirlo!

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