domingo, 27 de octubre de 2013

Tengo los pies hinchados como garbanzos en remojo. Hemos estado toda la mañana andando de aquí para allá con tal de que la abuela no pusiese la tele. Hasta que ha recordado que había carrera de Fórmula Uno. - "Vamonos que quiero ver a Alonso" - ¿Cambiaste la hora en tu reloj? - "¡No me digas que estamos otra vez con el mismo rollo!" - Es la tradición, abuela. - "¡Es un desbarajuste! ¡Eso se avisa, hombre!" - Estaba gritando en plena calle y la gente que pasaba a nuestro lado me miraba mal. Entonces tuve una idea. - Vamos a ver la exposición de Cómic Nostro. - "¡No estoy para dibujitos!" - Te advierto que hay tíos muy guapos: - "¿Ah, sí?"

Había largas colas de gente deseosa de conseguir un autógrafo de sus ídolos. Las manos de los artistas echaban humos de tanto firmar. Estuvimos dando vueltas sin decidirse - ¿No quieres que te firmen un tebeo? - "¡No me pongas nerviosa, coñe!... ¡Aquí nos quedamos! ¡ Acabo de ver, paseando por el jardín a Ebro, uno de los personajes de "Los repartidores de cerveza" Corre a comprar unooooooooo!"  - Cuando le da la neura no hay quien la aguante. La dejé en la cola de firmas de PAU que, a penas tenía tiempo de levantar la cabeza de los tebeos que le iban pasando sin parar, con los famosos perros Atlas y Axis a la cabeza.

La mañana se convirtió en uno continuo hacer cola y comprar tebeos ¡Una fortuna me he gastado! para que los firmara Max, Pere Joan, etc. etc. Pero cuando ya ha perdido los papeles y a punto han estado de pedir una camisa de fuerza para sujetarla, ha sido cuando ha visto a JAN, el "padre" de Súper López

Se ha tirado sobre él con, a saber qué malas intenciones. Al no conseguirlo, le ha hecho la ola gritando como una loca. Yo he pasado de ella como es natural y me he asomado al balconcillo que da al jardín donde un gaucho asaba chorizos y carnes que olían a gloria.  Manejaba un gran cuchillo que  llevaba a la espalda, metido en una funda y que sacaba y metía sin mirar. Allí había morbo. No quería apartar los ojos para no perderme el momento en que se quedara sin riñón. Pero no ha fallado.

Finalmente, hemos vuelto a casa - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaa! ¿Dónde estabais? Ha venido un amigo mío a arreglar el televisor... - "¿Qué televisor?" - Es que anoche tu nieta me dijo que lo tocara... - ¿Yooooooooo? Usted dijo que sabía... - "¡¿Qué le habéis echo a mi tele?!" - ¡Fue la Cotilla! - ¡Que mala persona es tu nieta! Encima que traigo un técnico... que, por cierto, se ha ido a Urgencias. Trasteando la tele ha sudado como un cerdo y se ha refrescado la cara en ese trasto con agua que tenéis ahí... que ya me diréis para qué sirve. Y de repente, le ha caído un chorrito en el ojo. Yo creo que le ha dado un tiento al chinchón por qué ¿cómo va a salir un chorrito de ahí... no? - "¡¿Y encima se bebe mi chinchón?! ¡Os mato!"

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