miércoles, 6 de noviembre de 2013

Mientras desayunábamos, la abuela y yo estábamos tan enfrascadas en una discusión a cuenta del frenazo y marcha atrás que dio el ministro Wert "el metepatas", que nos olvidamos de Pascualita. Ella también tenía hambre porque, oficialmente, no había comido nada desde ayer noche. Y ya que no podía saltar porque su cuerpo no era tan ágil como antes debido a los michelines que rodeaban su cintura, dio coletazos al agua y pronto hubo más en el suelo que en la pila bautismal. - "¡Huy, pobrecilla! Mira como pide su pienso" - La abuela la llevó hasta la mesa para que comiera con nosotras pero, ayudándose con la cola, dispersó el pienso de pescado que se le ofrecía y reptando como una boa constrictor, se metió de cabeza en mi taza de cola cao - ¡¡¡Pascualita!!!

- "Este bicho tiene querencia por el chocolate... Es por tu culpa" - Muy bonito. Tu la malcrías y la culpa es mía. - "Al fin y al cabo, yo soy la abuela ¿y para qué estamos? para malcriar a los nietos" - "¿Eso es tu nieta?" - dije, señalando a la sirena que, en esos momentos, se asomaba al borde de la taza con el pelo-alga chorreando. Pascualita no cesaba de lamerse. - Es una injusticia lo que hacemos con ella. Primero le enseñamos lo bueno que está el chocolate y luego le prohibimos que se lo coma... - "Supongo que sí pero quiero que venga a mi boda... Solo serán unos días" - No creo que sobreviva para entonces. - "Bueno, te tacho de la lista de invitados y ya está" - ¡¡¡Me refería a la sirena!!!

Hay que ver la que ha liado el Wert ese. Todo lo que toca lo estropea - "A mi me da pena. Le han dado un cargo y lo han lanzado a los leones"  - ¿Tú crees? - "Naturalmente. Se coge a una persona que tiene el ego muy hinchado. Se le dice que es el más guapo y más alto del Gabinete Ministerial y el hombre se hincha aún más. En el momento de entregarle la cartera, con su nombre y todo, le dicen ¡Dale caña al mono! que nosotros estaremos detrás de ti para animarte" - ¿Quién es el mono? - "La Comunidad escolar. Y como Wert nunca ha sido ministro,  embiste contra todo como un elelfante en una cacharrería mientras en sus oídos resuena un mantra: tu eres el poder, tu eres el poder" - ¡Ay, abuela! Da hasta miedo. - "¿Y que se le puede pedir a alguien que nunca ha sido ministro?" - Llevo media hora pensándolo y aún no lo sé... - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¿Habéis sabido algo de WERTlusconni? - ¿Quién es ese? - A buen entendedor, pocas palabras bastan, boba de Coria. - (La Cotilla ha venido "graciosa" y habrá que aguantarla)

Mientras comíamos se quejó de la ensalada - ¡Es muy WERTde! - "No tenía tomates" - ¡No se queje tanto, que todo es gratis! - ¡Que poca WERTgüenza tiene tu nieta! - ¿Yooooooooo? La come de balde es usted. Y así siguió el cachondeo hasta que nos sentamos a tomar el café - ¡Niña! pónme un WERTchinchón - Eso no pega ni con cola... que pesada. - ¿Sabes lo que tendría que haber echo tu padre? - ¿Mi padre... qué? - Dar marcha atrás, como WERT y ahora no tendríamos que soportarte ¡sosa! - No me lo pensé dos veces y le tiré a Pascualita a la cara, donde se entretuvo mordiendo todo lo que sobresalía. Ahora ni ve, ni puede sonarse, ni comer... por lo menos estaremos unos días tranquilas.

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