sábado, 28 de diciembre de 2013

28 de Diciembre, día de los Inocentes y sobre todo, el día de la boda de la abuela. Hasta ayer mismo pensé que podría tratarse de una broma pero no, ha sido peor ¡Se ha casado! y aún estoy conmocionada ¡y lo que te rondaré, morena!

A las cinco de la mañana ¡¡¡a las 5, hora local!!! he sido zarandeada de mala manera y sacada del maravilloso sueño que me estaba llevando por los mares del Sur, en un crucero donde ligaba a todo hombre que se me ponía a tiro. La abuela y la Cotilla, una a cada lado de la cama, dando voces como si ocurriera una desgracia, han conseguido que abra los ojos. - "¡Levántate, boba de Coria, que la boda es a las ocho de esta tarde!"

¡Que día me han dado! Me han tenido arriba y abajo, corriendo a buscar los anillos (Ya los tiene el novio, señorita - me ha dicho el joyero sorprendido) - A la modista para recoger el traje de novia al que le han echo unos arreglillos - ¡¿A un Chanel?! - "No quiero que nadie me haga sombra éste día y como me han dicho que el obispo llevará brillos en su casulla... Corre a la tienda del señor Li" - ¿Dónde voy primero, a la modista o al chino? - "¡Pero si es lo mismo! Me lo arreglan allí"

Ha seguido todo el ritual: baño con sales y aceites olorosos; peluquería, depilación, maquillaje y uñas. ¡Y no ha guisado, claro! hemos comido pan con aceite y un poco de choped que ha traído la Cotilla del contenedor del súper - Ya podría haberlo comprado siendo un día tan señalado (dije, enfadada) Un día vamos a tener una desgracia. - ¿Comprarlo? ¡Si nos van a subir la luz! tengo que ahorrar para comprar velas.

A las 7 de la tarde ya estaba yo camino de la Catedral. Quería ser la primera en llegar para no perderme nada, sobre todo no perderme a los chicos casaderos y con dinero que vendrían por parte de Andresito. La Cotilla se quedó para acompañar a la abuela en el coche - Si va a salir en el Hola, también quiero salir yo, aunque sea de refilón como nuestro Pinocho cuando acompañó a los Príncipes (me dijo, agresiva) .

Al llegar a la Catedral me di cuenta de que, con las prisas, no había cogido a Pascualita... Durante una fracción de segundo no supe qué hacer... ¿debía volver a buscarla? El Médico apareció a mi lado, guapísimo, me cogió del brazo y juntos avanzamos por el pasillo central de la Catedral como si fuésemos los protagonistas.

Luego vino un aluvión de alegres amigos y amigas de El Funeral, a cual más colorista y a los que se les notaba que ya habían empezado la fiesta por su cuenta. Por fin un murmullo de expectación nos indicó que la novia había llegado. El órgano tocó el Quince años tiene mi amor, del Dúo Dinámico, mientras Andresito y su madre, la Momia, recorrían lentamente el largo camino hasta el altar. Precioso cuajado de flores blanca (cosa que causó la risa de Conchi ¿Blanco virginal? jajajajajajaja)

Detrás apareció la novia del brazo de la Cotilla. Ambas calzadas con estiletos que las obligaban a caminar apoyándose la una en la otra. Un ¡¡¡Oooooooooooohhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!! general salió de todas las gargantas, la mía incluida, cuando lo que, en principio parecía una novia, se convirtió en un árbol de Navidad. El delicado vestido de Dior apareció profusamente adornado con lentejuelas de colorines y los volantes llenos de lucecitas que se encendían y apagaban. Al cuello llevaba el termo de los chinos forrado de blanco y vi a Pasculita asomada para no perderse detalle. Y coronando el "modelito" se alzaba orgullosa la peineta naranja fosfi de su amigo el travesti que aplaudía a rabiar mientras, emocionado, lloraba a lágrima viva. Otra que también lloró fe la Momia. Miraba a su futura nuera con arrebato. El que no parecía estar tan de acuerdo fue Andresito que no dudó en desmayarse tres o cuatro veces antes de que la abuela llegase a su lado... No puedo seguir sin aclararme las ideas. Tomaré un chinchón... Bueno ¿por qué ponerle puertas al campo? jejejejejejeje ... Estoy muuuuuuuuuuy cansada así que, mañana será otro día.

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