viernes, 6 de diciembre de 2013

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaaa! - Se ha equivocado de casa. - ¿Seguro?... ¿No es el primer piso?... - Depende. - ¿De qué? - De si se va o se queda. - Me quedo y te hago compañía... Nos hemos equivocado las dos... ¿qué haces tú aquí? - Acabo de cambiarle el agua al canario y me vuelvo a la cama. Es fiesta. - ¿En qué quedamos? ¿Me he equivocado de casa o no? (la Cotilla se había puesto en jarras) - Déjeme en paz.

A media mañana, cuando realmente me he levantado, la abuela y la Cotilla estaban en la cocina brindando con chinchón. - ¿Qué se celebra? - "Ha muerto Mandela" - ¿Mandela?... ¡Mandela! Pero... ¿no se había muerto ya? - Anda, lávate la cara que tienes más legañas en el cerebro que en los ojos. - ¿Y por eso brindáis? -"Pues sí. En su honor. Esta noche lo haremos de manera oficial y pondremos su foto en la pared de los finados" - Pero él no iba por El Funeral. - "Nooooooooo... pero ha sido una persona muy importante que cambió el rumbo de su País con mucha dignidad y valentía. Además era abuelo y seguro que no le haría ascos a una copita de chinchón"

Hacía tan buen día que hemos salido a dar un paseo. La abuela ha intentado meter a Pascualita, a presión, en el termo de los chinos pero los michelines han dicho que nones. Al final se ha rendido a la evidencia y sobre todo, a los dientes de tiburón que la sirena le ha enseñado. - "Es injusto que se quede en casa con el sol que hace" - Y ha dado con la solución. Una jarra de cerveza, agua de mar, Pascualita, una mochila que se ha colgado delante, una toalla para sujetar bien la jarra y carretera y manta. Hemos llegado hasta la Catedral y mientras la admiraba he comentado: - ¿Creéis que la construyeron los extraterrestres? - "¿Te has dado un golpe en la cabeza?" - ¿Y las pirámides? - "¿Quieres que te repita la pregunta?" - ¡Que cruz tienes con ésta nieta! - Pues mucha gente lo cree. Y escriben libros y dan conferencias sobre esto y se ganan sus buenos euros. - "¿Y no los corren a gorrazos?" - No, porque hay gente pa tó... Los llaman  piramidiotas. -  "¡Me gusta! y podemos aplicarlo a muchas cosas, por ejemplo... ¿Cotillidiota? jajajajajaja" - ¿Qué es eso? - "Nietidiota jajajajajaja" - ¡Eso sí que lo he entendido! jajajajaja (gritó la vecina) - Vaya ¡Que lista!

Sentadas sobre unas rocas y dejando que el agua fría nos besara los pies, no fuimos conscientes de la cantidad de gaviotas que, poco a poco, se fueron posando a nuestro al rededor, hasta que una, impaciente, levantó el vuelo y fue directa a por Pascualita que estaba como asomada a un balcón viendo el panorama. Del susto, la abuela cayó de espaldas, el agua se derramó y Pascualita rodó sobre la arena rebozándose. - La Cotilla se tiró a por ella de cabeza - ¡Una gamba gorda para el señor Le! Me la pagará a precio de oro. - ¡Suéltela ahora mismo! - ¡Ni hablar! ¡Es mía! - Cuando vio que me lanzaba hacia ella, se metió a la sirena en el escote y apretó con las manos mientras, encantada, dijo: - ¡¡¡Desapareció jajajajAaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy!!! - Ahora duerme la mona en el sofá de la salita aunque, antes de cerrar los ojos, ha dicho con voz pastosa. - Guuuuuuuardaaaaaaaarme a... a... a... rrozzzzzzzz.

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