martes, 3 de diciembre de 2013

La abuela está quejosa consigo misma. Ahora que tiene la boda casi encima, ha caído en la cuenta de que en diciembre hace frío, a veces MUCHO frío. Y quiere cambiarlo todo de arriba abajo. - Ya no puedes porque estáis en tiempo de descuento como en los partidos de fútbol. - "Es que nos vamos a helar" - Parece mentira que con la cantidad de inviernos que has pasado, no recuerdes que solemos ir tapadas hasta las cejas. - "Es que hacía tanto calor que no caí en ello... Pero llamaré al restaurante para que quiten todas las pijadas que encargué y pongan tazas de caldo bien caliente en plan aperitivo; arroz brut, caliente y picante, de primero; en lugar del sorbete de limón más tazas de caldo; después  lechona con patatas y de postre chocolate caliente con tarta nupcial" - ¿No te estás pasando un poco? - "Todos me lo agradecerán" - Acuérdate de poner dos o tres ambulancias medicalizadas a la puerta del restaurante por si les da un empacho a los invitados.

Llamaron a la puerta y salió la abuela a abrir porque aún voy coja. Llevaba a Pascualita en la mano, para darle calor, dijo. Aunque no lo necesita. No hay quien meta la mano en el agua de la pila bautismal de caliente que está. Ni la sirena la aguanta y se pasa el tiempo fuera. Ahora la pasea por toda la casa y no para de darle de comer: que si una miga de pan, que si un trocito de coca o un sorbito de chinchón para calentarle el estómago...  En el rellano estaba Bedulio y le entregó una tarjeta de navidad mientras le felicitaba con una sonrisa de oreja a oreja - ¡El municipal de su barrio le desea ¡Felices Fiestas! - "¡Vaya, Bedulio, que detalle!... Mira, se me saltan las lágrimas de la emoción. Me traes tantos recuerdos... Por cierto ¿a qué viene ésto? ¿Estamos volviendo 60 años atrás?" - Algo así. Piense en los recortes y congelaciones que han sufrido nuestros sueldos de funcionarios. Y ahora que llegan tiempos de gastos pedimos el aguinaldo... - "¡Pues sí que estamos buenos! Venir a pedirle aguinaldo a los jubilados que estamos más secos que la mojama... Anda, toma ¡y Félíz Navidad, hombre! ¡Hay que joderse!"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! - "Hola, Cotilla. Pasa..." - ¡La jubilada más pobre de su escalera, le desea Felices Fiestas de Navidad y Año Nuevooooooooo! - "¿Me estás pidiendo el aguinaldo?" - Naturaca. - "Pídeselo a papá Rajoy antes de que se lo de a los bancos" - Cualquiera se fía de los Pinochos... Venga, que estoy esperando. - La abuela le dio dos euros - ¡Hija de mi vida, te estiras menos que un portero de fútbolin!... He dicho ¡Y Año Nuevooooooooo! - "Ten, otro euro más y se acabó"

Mientras comíamos nos contó que había ido a ver a Madò Trepitja para conocerla y agradecerle las risas que se echaba con sus salidas. Pero no pudo ser porque, en aquellos momentos, estaba en el Parlament diciendo que de dimitir ¡nones ¡Naturalmente que no tiene que dimitir! Me he puesto como una fiera cuando me he enterado que se lo han pedido. Y a grito pelado, desde la calle, le he echo llegar mi solidaridad ¡¡¡Madó Trapitja, agárrese a la silla!!! La única que nos hace reír ¿cómo se va a ir a la calle?. - Pues los de verde no se ríen mucho. - Porque no la entienden...

Tomando el café, la Cotilla se ha fijado en Pascualita - ¿Qué tienes en la mano? - "Al Niño Jesús. Le he puesto una bombona de butano de la tienda de los chinos en el Portal pero no entra en calor" - La vecina me miró, preocupada, - La azotea de tu abuela parece que no funciona muy bien. Mira que comprar el butano a los chinos. A saber qué gas será.



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