miércoles, 25 de diciembre de 2013

- ¿A que hora volviste, abuela? - "A las tantas de la madrugada" - ¿Tienes resaca? - "¿Cuándo me has visto tú con resaca?" - He perdido la cuenta. - "Vaya Nochebuena... Hemos estado en la UCI del Hospital" - Y Andresito se enfadó por tener que acompañarnos ¡Menudo juerguista está hecho! Pero ya le he dicho que cuando nos casemos se le va a acabar la vida de crápula" - ¿A los dos? - "No. A él"...Todo ha empezado porque Conchi, que llevaba unos tacones de aguja de palmo y medio de altura para impresionar a su nuevo novio,  bailaron Paquito el chocolatero una y otra vez. Ya sabes que le tiene una querencia especial a ese pasodoble y no se cansa nunca de él pero los demás queríamos bailar Arre borriquito a ritmo de rap. Total, que nos pusimos a discutir todos contra todos y de las palabras se pasó a los empujones..." - Pero, abuela, ya sois mayorcitos para ésto ¿no? - "Si vas a restregarme la edad, te lo contará tu tía"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Feliz Navidad! Ya me he enterado de la que se armó anoche en El Funeral. ¿Cuántos hay en el hospital? - "Seis o siete. Pero lo peor fue cuando llegaron los familiares ¡Ahí si que se montó una buena! Todos culparon a Conchi a pesar de estar con la pierna escayolada" - ¿De un golpe? - "¡Que va! Se cayó de los tacones mientras bailaba y se partió la tibia y el peroné. Los demás también están ingresados por caídas. Íbamos por la segunda botella de chinchón cuando empezó la pelea, aunque sin mala intención. Unos se cayeron por la risa, otros porque ya no se aguantaban en pie. Otro quedó como un escarabajo panza arriba. Total, unos cuantos huesos rotos jajajajajajaja. Y Conchi llorando a moco tendido porque, entre su novio que estaba entre los heridos y su pierna, se le fastidió el plan de la noche que para eso había comprado 10 pastillitas azules y unas cajas de preservativos jejejejejeje" - ¿Para qué? (dije, asombrada) - "Para qué va a ser. Para no quedar embarazada que los Pinochos han puesto muy difícil lo del aborto"

- Pues yo cené en el comedor social que estaba de bote en bote. Cuanto más nos aprietan las tuercas los Pinochos, más ayuda la gente. Se me saltaron las lágrimas y todo. Hasta brindamos con cava.Y como estábamos en la noche de la solidaridad, yo invité a chinchón hasta que se acabó la botella - ¡Vaya, Cotilla! Es todo un detalle ¿No me diga que compró una botella... o la encontró en el contenedor de basura del súper? - No. La cogí de vuestra casa porque pensé que os gustaría ser solidarios - ¡Tendrá cara! - Miré al "Niño Jesús pascualino" y a punto estuve de cogerlo y tirárselo a la gorrera de la vecina, pero dormía plácidamente y es peligroso despertarla. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario