martes, 18 de febrero de 2014

El mueble que puse detrás de la puerta de la calle para evitar molestas visitas nocturnas, me ha despertado en cuanto se ha puesto a chirriar y crujir ¡Estaban asaltado mi castillo! Inmediatamente llamé a la policía local - ¡Que venga Bedulio, por favor. Intentan entrar en mi casa! - Hable despacio que no se la entiende ¿quién es usted? - ¡Soy la vecina de una vecina que viene a visitarme! - ¡Menudas horas de visita tienen ustedes! - ¡Eso es lo que yo digo. No quiero que entre! - Pues no le abra y ya está. - ¡Es que tiene llave! - Entonces usted tiene un problema. - ¡¿Me lo dice o me lo cuenta?! ¿Dónde está Bedulio? - ¿Ese quién es? ¿Su marido o el de la vecina? - Somos solteras, si no le importa. - Por mi como si se dan con un canto en los dientes... Entonces ¿quién es ese Bed... ¿qué? - Bedulio. Es su compañero. - ¿El compañero de quién? - ¡Suyo! Parece usted tonto. - ¡Oiga! ¿me está insultando? - ¡Solo quiero que venga a mi casa y no deje entrar a la vecina! - Yo no puedo venir. Estoy de servicio en la centralita. - Usted, no. ¡¡¡Bedulio!!!

Durante unos minutos solo oí el ruido que hacía el mueble a medida que, lentamente, iba siendo desplazado de lugar. - ¿Está ahí, agente? - Claro. Aún me quedan unas horas de curro... - ¿Cuándo vendrá su compañero? - Hasta las ocho no entra. - ¿Es que no está ahí? - ¡Claro que no! Estará durmiendo. - ¿Bedulio no está aquí? Pensé que tenía turno de noche. - O sea, dice usted que tengo un compañero que se llama... Bedulio? Perdone que se lo pregunte pero ¿ha tenido una horrible pesadilla o ha empinado el codo? - ¡¡¡Oiga!!! ¿A qué le meto un puro?

Al final se puso al teléfono una voz amiga... aunque, por el tono, no se notaba muy amigable - Soy el Municipal ¿qué ocurre? (me pareció oír risas de fondo) - ¡La Cotilla intenta entrar en casa, Bedulio!... - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿Tienes miedo que te violen, alma de cántaro? - ¡Maldita sea! Ya lo ha conseguido. Y todo por tu culpa ¡Bedulio, más que Bedulio! - Y colgué, no sin antes oír el cachondeo de sus compañeros.

A las cinco de la mañana nos pusimos a desayunar café con leche y tostadas - ¡Tienes que ver la foto del Diario! ¡Es que es para mear y no echar gota! Si no fuera porque soy de buen comer, ahora mismo no podría probar bocado ¡Mira que colección de sobrasadas colgaron en el escenario mitinero los Pinochos!jejejejeje No se lo pensaron bien, me parece a mi porque, que embutido nacional se parecer más a ésto, sobre todo en el color ¡¡¡el chorizo!!! Claro que como hablaban de "lo nostro" o sea, lo suyo, está muy bien el símil jajajajajajaja.

- ¿Me ha despertado para ésto? - También para desayunar, que ya son horas... ¡Y mira! La ley de símbolos pasada por el arco del triunfo Pinochil...  ¡la Señera con castillo, a la que se le ven las barras cortitas, y el sello de su casa, jejejejeje pisándola  ¿Tienen o no tienen guasa?  - No sé que quiere que le diga porque aún no estoy en éste mundo. Déjeme el periódico y lo leeré tranquilamente cuando me despeje. - Sí, hombre y me quedo sin los cincuenta céntimos que me da un pobre por él para emplearlo como manta. - ¿Es que no se apiada de nadie, Cotilla? - Lo haré cuando se apiade de mi la ministra y me regale la lupa para ver la subida de la pensión.

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