domingo, 18 de mayo de 2014

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¿Me esperabas a desayunar? pues ya estoy aquí - Tuve que lanzar a Pascualita al orinal decimonónico para que la Cotilla no la viera compartiendo mi ensaimada. - Entre mis muchos antojos no está el de desayunar con usted (le dije, arisca) - Mejor, así no te saldrá ningún crío con mi cara grabada en la espalda... ¡Café con leche! - No. Es cola cao. - Digo que quiero café con leche jejejejeje - Y se sentó a esperar que lo hiciera y se lo sirviera.

- ¡Ya sé a quién votaré el domingo! - Al partido ¡¡¡Y TÚ MÁS!!! supongo. - ¡Que va! - Pero si usted es la candidata. - ¿Y qué? el voto es secreto y personal, por eso votaré a quién me de la gana. - Pues sí que tiene confianza en sus ideas. - Ninguna. Yo quería que me dieran dinero para los gastos y ya lo tengo. Y como todo, o casi todo, me ha salido gratis ahora tengo un dinerito para ir tirando unos meses. - ¡Vaya cara! - Pues sí, es meterte en política y se te queda la misma que tienen todos: dura.

La Cotilla no volvió a abrir la boca hasta que acabó el desayuno. - Le votaré al abuelito de Heidi. - Tiene que votar a partidos españoles. - Ya lo sé. ¿Cómo se llama ese que se come los danones caducados  como la mayoría de los jubilados y los parados? - ¿Arias Cañete? - ¿Arías? ¿El de la mantequilla?... ¿Y Cañete quién es? - Son la misma persona que se apellida así. El prepotente intelectual que está convencido que las mujeres somos tontas... - ¿Estás hablando del abuelo de Heidi? - Sí. - ¿Si voy con tu abuela a un mitin suyo nos dejarán hablar? - Me temo que no. No tendría respuestas para tanto sentido común.

La abuela entró como un vendaval - "¡No me habléis de hombres que acabo de pelearme con Andresito! ¡Quiere que votemos a Cañete! ¡Vótale tú, enciclopedia andante! le he dicho con muy mala leche. Eso lo ha desconcertado. ¿Pero no habíamos quedado...? me ha dicho. Y yo le he gritado ¡Lo mismo que se queda, se "desqueda"! Ya nos apañaremos "las tontas de las mujeres" Y en casa lo he dejado, sin saber a qué ha venido todo. ¡Cómo voy a votarle a un dinosario antidiluviano como Cañete. Anda ya!" - Pobre abuelito. - ¡De pobre nada! - Vale, ya sé que es rico pero ¿no deberías haberle explicado de qué va esto? - ¡¿Yoooooooooooo?! ¿No son tan listos los hombres?! Que lo adivine"


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