domingo, 25 de mayo de 2014

He esperado a la Cotilla para ir a votar. Nunca he conocido a un candidato que esté comiendo en mi casa todos los días. Normalmente veo sus caretos en la televisión o en los periódicos pero la Cotilla es otra cosa y me hace ilusión presentarme con ella en el colegio electoral porque, normalmente, cuando el político mete el sobre en la urna siempre hay periodistas haciendo fotos y a mi también me sacarán, como acompañante suya.

Me ha extrañado que no viniera a desayunar y eso que le he comprado una ensaimada. Así que Pascualita ha podido comer conmigo y ha dado buena cuenta de la mía. Luego se ha bañado en mi cola cao tirándose en bomba a la taza y dejándolo todo perdido ¡Cuando sentará la cabeza este bicho!

Han llamado a la puerta y era el vecino de arriba - ¿No me diga que he echo ruido? - No es eso. ¿Irás con la Cotilla a votar?¿Puedo ir con vosotras? - Le dejé entrar y antes de cerrar la puerta otros vecinos han venido con la misma petición. Unos minutos después toda la escalera estaba en mi casa esperando a la vecina.

Media hora después han comenzado a deambular por la casa. Les ha llamado la atención el orinal decimonónico - Mira, nene, un orinal como el de tu abuela... ¿No queda mal de adorno, verdad? (dijo la del tercero) - ¡Poner eso a la vista es una guarrada! - ¡Pues a mí me gusta!... aunque estaría mejor con una maceta dentro. - No creo que sea un orinal (se metió en la conversación el del 5º) Esta gente son raritos pero ¿tanto?... Será un macetero comprado a un anticuario. - ¡Ja! ¿Esto? Lo habrá cogido de un contenedor de basura. Como si lo viera ¡Vaya porquería!

Me tenían hasta las narices. - ¿Quieren una copita de chinchón? (dije para ver si dejaban el orinal en paz) - ¡¿A éstas horas?! Nosotros no bebemos como vosotras - ¿A quién te refieres? - A tu abuela, la Cotilla y tú. Anda que no trasegáis. Sobre todo tu abuela jejejejeje ¡Mira que le gusta empinar el codo con lo vieja que es! - Nena ¿Por qué tienes agua en el orinal en vez de una maceta bonita... por qué esto es un orinal, verdad? (me preguntó la del 3º) - Harta de oirlos y aguantarlos, me puse en plan estupendo - Es una pieza de cerámica perteneciente a la corte de Versalles de Luis XIV heredada por la familia de mi abuelito. Y él es tan amable que me la ha dejado para lucirla en mi casa. - El marido de la del 3º le dio un codazo a su mujer que me miraba envidiosa - Lo que yo te diga. Es el orinal del Luis ese que ha dicho ¿O creías que los reyes no meaban?

Por fin, cerca de las doce, ha aparecido la Cotilla con la abuela - ¿De dónde venís? Están aquí todos los vecinos para acompañarla al colegio electoral - Pues de allí venimos. De votar. - ¡Pero yo quería ir con usted! - ¡¡¡Y nosotros!!!

Con la desilusión reflejada en las  caras, los vecinos y yo fuimos desfilando hacia la calle llevando en la mano el sobre que contenía la papeleta de ¡¡¡Y TÚ MÁS!!! Antes de cerrar la puerta, pregunté - ¿Ha votado a su partido, verdad? - ¡Por supuesto que no!

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