viernes, 20 de junio de 2014

Menuda resaca tengo y aunque no me sirve de consuelo, no soy la única. Pascualita no se ha movido del fondo del orinal decimonónico. Está como si se hubiese ahogado hace dos semanas. Me he asomado a verla y no puede ni levantar la cabeza... ni yo... Ay, ay, ay, ay ay

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaa! - Cotilla, por su madre... baje la voz. - ¡Perdón, perdón! La señorita está sensible desde que tenemos un rey molón ¡Dubidubidú, dubidubidaaaaaaaaaaaa! - Me va a estallar... la... cabeza. - ¡Lo que estallará serán las fiestas de San Joan de Ciutadellaaaaaaaa! ¡Y habrá Jaleoooooooooo! ¡Tirurirurí, tirurirurí, tirorirooooooooo! Como me gustaría ir. Lástima que las agencias de viaje no tiren pasajes a punto de caducar al contenedor de basura... ¿Ha venido tu abuela?

No pude contestarle porque en ese momento me arrastraba como un vil gusano, por el suelo en busca de mi cuarto para encerrarme en él a oscuras y no ver ni oír a nadie Ay, ay, ay, ay, ay...

La puerta de casa se abrió de golpe y entró la abuela seguida de Geooooorge cargado de cosas y bastante mohíno. - "Esto pasa por reirte de nuestra Selección ¡Nosotros volvemos a España y vosotros a la Gran Bretaña a tomar te frío!" - ¿Dónde pongou bolsas compra? - "¿Se te ha olvidado dónde está la cocina? ¡Tómate un chinchón, hombre, que las penas con pan son menos!" - Fue oír la palabra Cinchón y mi estómago no pudo aguantarlo. ¡Que mala me puseeeeee! En cambio la abuela y la Cotilla acompañaron al inglés en la bebienda ¿De qué pasta están echas?

- "He comprado pescado..." - No lo saques aquí que apesta. - "Lo siento, pero comeremos todos aquí para que no huela la Torre del Paseo Marítimo" - Me molesta el olor... (dije con voz lacrimógena) - "Haré un buen caldo y el pescado nos lo comeremos con mahonesa ..." - ¡Calla, que no llego al bañoooooooooo! - "Y de postre un helado de chocolate regado con..." - ¡No... no riegues nada... ahgggg Abuela, dame agua, por favor (la voz de alma en pena se iba acentuando) - "¡Cotilla, llama al Médico! Mi nieta se está muriendo y es capaz de hacerlo justo cuando  nos sentemos a comer. Para fastidiar" - Agua... aguaaaaaaa... tengo la garganta seca... Aguaaaaaaaaa - La Cotilla se apiadó de mi y me alargó un vaso. La abuela cogió a Pascualita y le dio de beber... ¡¡¡Era chinchón!!! Sentí en mis entrañas el espíritu revolucionario del Mayo del 68 y agarrando a la vecina por el cuello, la arrastré hasta el balcón con la sana intención de tirarla a la calle. Pascualita debió sentir también que el espíritu revolucionario le salía a raudales por la boca en plan dentadura de tiburón y mientras ella mordía a la abuela yo casi había conseguido mi objetivo. Entonces pasó un gorrión en busca de una rama donde pasar la noche y se cagó... justo en mi cara. Aquello fue un revulsivo que me hizo volver a la realidad. Y llamé a Geooorge - Toma, coge ésto. - "Esto" era la pierna de la vecina y en ese momento, pensando que el inglés la sujetaba... la solté.  


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