viernes, 27 de junio de 2014

- ¡¡¡RIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIINNNNNNNNNNNNNNGGGGGGGGGG!!! - (Que sueño más pesado. El timbre de la puerta lleva sonando un buen rato ¡¿Es que nadie va a abrir?!... zzzzzzzzzzzzzz... ¡Va! ¡Ya vaaaaaaaaaaaa! Al final tendré que despertarme y abrir yo)... Y así, como una zombi, descalza y con los pelos revueltos, abrí la puerta a Andresito, mi abuelito - ¡Por favor, nena, ayúdame! ¡Te pido asilo político! - ¿Eres parte de mi sueño? - ¡Noooooooooo! Estoy aquí de verdad (y para confirmarlo me arreó un pellizco en el brazo que me hizo gritar)

- No puedo seguir en mi casa. Tu abuela me tiene mortificado, acosado, rebajado, insultado... - Sí, si... todo lo terminado en ADO pero ¿no es un poco temprano para venir de visita? - Para las urgencias no hay horas que valgan ¡Acogeme, por favor! - Eché una ojeada al reloj de pared y marcaba las tres menos veinte ¡de la madrugada! Así que le indiqué la antigua habitación de mi abuela y volví a la cama .

Por la mañana me senté a desayunar en la cocina con Pascualita, que ya empezaba a tener su color de ahogado natural. Mientras desayunábamos (aún no tenía fuerzas para tirarse de cabeza en mi taza de cola cao) le fui contando lo que recordaba de la pesadilla que había sufrido esta noche cuando la puerta de la cocina se abrió dando paso a ¡mi abuelito!

- ¿Qué haces aquí? (dije asombrada) Precisamente esta noche he soñado contigo.- Estoy bajo tu protección porque me has dado Asilo Político. - (Mientras, disimuladamente, metía a Pascualita en mi escote, recordé el pellizco tan real que me había dado en el sueño. Miré el brazo y tenía un cardenal del tamaño de una moneda de dos euros)... ¿Qué ha pasado con la abuela? - ¡Me insulta! Me persigue por todo llamándome tonto!

Sonó el teléfono - "¿Está ahí el tonto de tu abuelito?" - (Mientras Andresito decía que no con la cabeza, yo dije sí) Quiere hablar contigo... Venga, hombre. No te va a comer por teléfono. (No conseguí que lo cogiera) Un rato más tarde el rolls roice conducido por Geoooooorge, aparcó debajo de casa y la abuela entró hecha un basilisco - "¿Dónde estás, tonto? ¿No te escondas, tonto, que te encontraré y será peor?" - Vaya ejemplo me estáis dando como nieta vuestra que soy (dije, enojada) - "Pues escucha y juzga. ¿Qué le dirías a tu marido, sabiendo que invierte s dinero aquí en lugar de hacer una Sicav en Luxemburgo donde solo se paga un 1% de intereses? ¡¡¡Tonto!!! Le dirías tonto ¿verdad?" - Pues sí (tuve que reconocer) aunque... quizás no lo sabía... - "¡Pero si lo hacen sus conocidos más ricooooooos! Pero él dice que, como buen ciudadano amante de su País, quiere pagar los impuestos que le correspondan. ¿Qué quiere? ¿Que Montoro le de un beso en la boca como premio? ¡¡¡Es tonto!!!" - ¿Montoro? (y visualicé la escena en que Montoro le daba un morreo al abuelito) ¡Puaggggggggg! Tienes razón, abuela ¡¡¡Es tonto!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario