sábado, 12 de julio de 2014

El calor aprieta de nuevo, como tiene que ser y entre eso y el Tour de Francia dormimos unas siestas de categoría. Pascualita se ha habituado a nuestras costumbres mucho más rápido que algunas gentes que cambian de lugar y nunca se adaptan al nuevo aunque lleven en él muchos más años que donde nacieron. 

La siesta fue una de las primeras cosas que adoptó... aunque, pensándolo bien, quizás en su hábitat también se hace porque duerme más que un lirón. Y es rápida, mira fijamente a un punto y un segundo después flota tranquilamente sobre las algas del fondo. Eso sí, el despertar ya es otra cosa. Hay que dejarla a su aire, que vaya dándose cuenta de dónde está.  Pero esta mañana no he respetado su tiempo y la he "llamado" antes de tiempo dando golpes al jarrón chino y removiendo el agua con la mano además de llamarla a gritos. Ha subido derecha como una vela con el impulso de la cola y no se ha parado en la superficie, sino que me ha saltado, directamente, a la cara. ¡Que susto me ha dado! Menos mal que le he dado un manotazo y la he desviado hacia la ventana ¡que estaba abierta!

No me ha echo falta preguntar dónde había caído, allí estaba la Cotilla dando gritos y saltos mientras la sirena atacaba su pelo y todo lo que tenía a tiro de dentadura. Bajé de cuatro en cuatro las escaleras, choqué con el vecino del segundo que subía lentamente y se puso hecho un basilisco llamándome de todo - ¡Corre, corre, que en la calle está vuestra querida amiga haciendo lo que más os gusta, montar escándalos! 

Pude arrancarla a Pascualita antes de que se congregaran los vecinos y dejé a la Cotilla dando alaridos. No era para menos porque a punto estuvo de quedarse calva. Como no tuve la precaución de ponerme el guante de acero, la tenía cogida por la cola, para que no la vieran solo se me ocurrió meterla en el bolsillo y así pudo morderme la barriga a placer - Subí gritando a casa - ¡La madre que te parió! Aaaaaaaaaaayyyyyyyyyyy ¿qué le digo ahora a la abuela cuando crea que estoy embarazadaaaaaaaaayyyyyyyyy!

Los vecinos de la escalera entienden lo que quieren y esta vez solo escucharon la palabra EMBARAZO. Las puertas se abrieron - ¡Por fin, nena! ¿quién es el padre?...  Conociéndote, te habrás encamado con el primero que llega... ¡Vaya, hombre! No habrá quién aguante a tu abuela con rolls royce y bisnieto... ¡Saldrán en el Hola  las muy cursis jajajajaja... ¡Solo me faltaba un llorón debajo de casa. Gentuza!...  - Cuando cerré la puerta de casa la barriga ya tenía un volumen enorme.  Mientras, en la calle, la Cotilla seguía gritando y llorando como una loca. Cogí la botella de chinchón y bebí a morro hasta sentir que el dolor remitía. Después me senté a leer el periódico: - Luis Bárcenas quiso hacer negocios con la Mafia ... ¿quiso?... ¡hip!... ¿No se fiaron de él? jejejejejejeje ¡Que lista es ésta gente!... ¡Anda... ¡hip! ...Matas irá a la cárcel! Lo han abandonado los suyos y eso que... ¡hip!... el Gran Pinocho dijo que quería ser cómo él jajajajaja...  Vaya tropa. - En la calle seguían los gritos de la Cotilla. Me asomé - Si se calla le doy un... ¡hip! ...chinchón... ¡y un peine! jajajajajaja - Con las risas no entendí lo que me dijo pero era algo sobre la familia... ¡hip!

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