sábado, 22 de noviembre de 2014

Cuatro de la madrugada. Sueño que suena el teléfono. Cuatro y cuarto de la madrugada. Intuyo que el teléfono suena de verdad. Cuatro y media de la madrugada. Salto como un resorte de la cama por culpa de un chorro de agua fría que me empapa. Grito.

- ¡Coge el teléfono, jodía, que no me deja dormir! - ¡Cotilla! ¿qué hace en mi casa? - ¡Descuélga de una vez! - ¿Me ha tirado una jarra de agua? - ¡Y te tiraré la jarra a la cabeza si no me haces caso! - Tiritando, fui hasta la salita y descolgué. - "¿Dónde demonios estabas?" - Durmiendo... ¿Abuela? - "¿No esperarías  que fuera tu novio?" - No tengo... - "¡Que cruz tengo contigo!... Casi matas a mi suegra. Ahora mismo le están dando la extremaunción"

La tiritera se acrecentó y la Cotilla me quitó el teléfono. - ¿Qué le has dicho a tu nieta para que esté bailando la yenka?... ¿Se muere? Pobrecilla... Oye, pues me pido el abrigo de visón, los botines de charol que llevaba ayer, las joyas que vayan a juego... Ya sé que no ha muerto, pero no está de más dejar las cosas claras...

La abuela me ordenó que fuera a la Torre del Paseo Marítimo, ipso facto. - Mándame a Geoooorge. - "¿No tienes tarjeta ciudadana? Pues coge el bus" - Aterida de frío, somnolienta y más cabreada que un mono, llegue a casa de mis abuelitos. Al entrar encontre un ambiente de hostilidad hacia mi, desde Andresito al cura, pasando por Geooooorge, el Médico y la abuela. Me miré de reojo en un espejo por si seguía con las legañas puestas y eso les desagradara. Luego pensé que quizá nos les cayó bien que mi abuelastra me regalara uno de sus rosario... Carraspeé y dije: - No he desayunado.

La hostilidad creció. - "¡Egoísta!" (dijo la abuela) - ¿Qué pasa?... - Andresito, con ojos llorosos, me recriminó el disgusto que le había dado a su madre, la Momia, al insinuarle que tenía amantes. El cura se persignó, murmuró una oración y dijo - La Señora es un alma de Dios. Una persona intachable y piadosa... - ¿Y que tiene que ver eso con tener unos ratitos de esparcimiento jaranero? (solté sin pensar y ya me estaba arrepintiendo antes de acabar la frase)... Además, lo dijo la abuela (remaché) - "¡No levantes falsos testimonios, condenada!" (gritó con voz de profeta apocaliptico)

El Médico me dijo - Incomprensiblemente, mi abuelita quiere hablar contigo. - Con el alma en vilo, entré en la habitación. La luz era ténue. Sobre la lamparita de noche habían puesto un fino pañuelo de seda rojo. La Momia pidió que me acercara y me habló al oído. - ¿A qué parece un cabaret? - La miré sorprendida. - No me pasa nada. Pero, de vez en cuando finjo que me muero para tenerlos a todos al retortero la noche entera. Con todo lo que heredarán de mi, bien puedo divertirme un rato jejejejeje - ¡Que jodía, abuelastra! - ¿Cómo supiste lo de mis amantes? - Lo dijo la abuela... - ¡Que tuna es mi nuera! Me cae bien... Dame un poco de agua... de esa no, que es agua... De la jarrita. Es chinchón jijijiijiji... ¿Brindamos? - ¡Naturaca, Momia!

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