viernes, 5 de diciembre de 2014

Entusiasmadas estaban la abuela y la Cotilla delante del televisor, viendo a Mirella ganar medallas de oro en la piscina. - "¡Vamos, vamos, que tú puedes!" - ¡Cómetelas con patatas, Mirella! - Me asomé a la salita y las vi saltar del sofá como si tuvieran media hora menos. - ¡Que os vais a herniar! ¿Qué pasa? - "¡Hemos ganado dos medallas de oro!" - ¿Vosotras? (alucinaba en colores) - ¡Mirella! - Entonces no habéis ganado nada - ¡Es nieta tuya, si nace más tarde, sería un ornitorrinco! - "No insultes al pobre animalito. Que cruz tenemos con ella, Cotilla" - Y que lo digas. Te acompaño en el sentimiento.- ¡Eh, que no me he muerto! - Para el caso...

Poco después se fueron las dos con la bolsa de la playa colgada del hombro de la Cotilla. La abuela llevaba el termo de los chinos pendiendo del cuello. - ¿Vais a la playa? - "Que perspicaz te has vuelto" (ironizó la abuela) - Se le habrá despertado la neurona jejejejejeje - No puedes ir con eso (le señalé a la abuela, el termo) - "Sí puedo" - ¿No estaréis hablando del termo? ¡Vaya dos!

La puerta del ascensor se cerró tras ellas y minutos después el concierto de pitos cesó y la paz volvió a mi calle. Ya que estaba sola me dediqué a limpiar... pero no me cundía porque tenía la cabeza en otra parte... ¡dichosa abuela.

A la hora de comer decidí no esperarlas. Abrí una tarrina de ensalada, una lata de callos a la madrileña y unas natillas que la Cotilla trajo ayer del contenedor del súper... Al acabar entré y me dirigí al altar de los santos, en medio de los cuales estaba Pepe. Y como con él tengo confianza, le hablé - Tío, haz que vuelvan ya... Me temo lo peor... ¿Le ha pasado algo a Pascualita?... ¡Jopé! es una lata que no puedas hablar. Mandarme una señal ¿no? - Entonces le dí un pescozón y la cabeza jivarizada cayó rodando hasta quedar debajo del televisór  - ¡Ay, Pepe! ¿Qué quieres decirme?... ¿Que quieres ver la tele?... ¿Qué te gusta estar aquí? ... ¡Qué difícil me lo pones, hijo!... ¿Qué ponga la tele?... Bueno ¿a ver qué pasa?

La cadena insular informaba sobre dos trileros que habían sacado del agua, en Can Pastilla, a una bañista en apuros, a pesar del buen estado de la mar.- Nosotros salvar ¿haber recompensa?...(explicaban al reportero) Amiga suya decirnos que hacer boca a boca pero... yo no estar por la labor. Mi amigo decirle que lo hiciera ella pero contestar: No ser lo mismo.- ¿Se ahogaba la señora? - Nosotros decir que sí... Ella decir que no. Pero se hundía y salía. Luego nadar muy deprisa ¿haber olimpiadas tercera edad? Ella ganar natación. Seguro.

Las dos rehuían a la cámara - "¡No quiero salir en pantalla. Es humillante!" (gritaba la abuela) - ¡Ni yo! No quiero que me pidan autógrafos por la calle. (se quejaba la Cotilla) - Al llegar a casa no pregunté nada hasta que la vecina se echó la siesta. - ¡Explícate!  (exigí a la abuela) - "Ha sido muy divertido. En el mar estaba yo sola, por eso he sacado a Pascualita... - (¡¿?!) - le he atado una cinta a la cola porque me hacía mucha ilusión que ella tirara de mi como si fuera una lancha motora. Hemos disfrutado las dos. Piensa el tiempo que lleva la pobre sin entrar en el mar... Lo malo ha sido que tiene querencia a irse a lo más hondo. Tiraba de mi y nos hundíamos, así que no me quedaba más remedio que tirar yo de ella. Y así hemos estado hasta que eso dos pelmazos me han "salvado" - ¡¿Han visto a Pascualita?! - "No. Me ha dado tiempo de meterla en el termo al  verlos venir." - ¿A ver cómo está? - Abrí el termo... y allí no había ¡nadie! - ¡¡¡¿ABUELA?!!! - "Ai, Deu mevet"



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