martes, 23 de diciembre de 2014

La abuela ha llegado a casa echa un basilisco - "No podrás creer lo que me ha pasado ¡No me ha tocado el Gordo!" - Anda, ni a mí. - Pero tu eres una pobretona. En cambio yo soy rica y dicen que el dinero llama al dinero... ¡Mira Fabra, el de Castellón y su aeropuerto. A éste, que está forrado, todos los años le tocaba un buen pico en la Lotería... ¿Y a mí por qué no? Voy a tener que hablar muy seriamente con Andresito y que me enseñe los saldos de sus cuentas. A lo mejor no es oro todo lo que reluce"

La Momia estaba dormitando delante de su café con leche cuando Pascualita saltó en plancha dentro de la taza y la puso perdida. Eso ocurrió en el momento exacto en que la abuela dudaba de la riqueza de su marido. - Si que es rico mi hijo, ¿por qué lo dudas? - "Porque han salido todos los números menos el nuestro" . - ¿Habías comprado décimos? - "No. De eso se encarga él" - Nunca compra porque no considera justo que le toque un premio en metálico, teniendo tanto. - "¿No compra? Y ¿para eso me he pasado la mañana pendiente del sorteo y apuntado los premios a pesar de los locutores que no paran de hablar? Y el disgusto que me he llevado al final ¿quién me lo paga?"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¡Me ha tocado un reintegrooooooo! ¡saca el chinchón, nena, que vamos a celebrarlo! - ¿Y tengo que poner yo el chinchón? - Claro ¿Crees que con lo que he ganado puedo comprarme una botella y llegar a fin de mes? Además, el décimo lo compramos entre cuatro. - Vaya birria de premio entonces. - Por lo menos no he perdido... ¿A ti te ha tocado algo? - No. Esos niños de San Ildefonso no tienen ni idea de sacar los números de la lotería. - ¡Has perdido todo jajajajajajaja! - ¿Sabe qué le digo? que si quiere chinchón, lo pinta. - Huy, que mal perdeeeeer tienen algunaaaaaaaaaaas jejejejejejeje (la Cotilla se volvió hacia la abuela) ¿Y a ti cómo te ha ido? - "Como somos ricos, no jugamos" (noté un deje de rabia en su voz) - Eso está muy bien... Pareces cansada. - "Es que he caminado desde muy temprano. No podía dormir. Soñaba que me había tocado el Gordo de Navidad" - ¿Y dónde has ido? - "A buscar gordos" - ¿Gordos de lotería o... señores gordos? - "Esto último. Me he plantado delante del más gordo que he encontrado, me he abierto el abrigo y le he pedido que me tocara ¡Y vaya si me ha tocado el gordo. Menudo repaso me ha dado!"

- Eso no le va a gustar a Andresito (dijo la Momia entre cabezada y cabezada) - "Pues no se lo diremos y en paz" - Vale... Lo pensaré zzzzzzzzzzzzzzzzzz

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