miércoles, 17 de diciembre de 2014

La abuela se ha presentado para hablar con su marido. Pensé que venía a arreglar las cosas ahora que se acerca la Navidad y todo se convierte en Paz y Amor. Pero, por lo que he escuchado, no iban por aquí los tiros. Han discutido sobre el aguinaldo de Geoooorge - "¿Cómo que no le vas a dar? ¡Naturalmente que sí!" - Fíjate bien en lo que hago (cerró una mano, se la puso en la boca e hizo una pedorreta) Esta es para el inglés y ésta otra (repitió la operación) es para tí. - "¡Oye, que soy tu esposa!" - Entonces te la haré doble (y lo hizo)

La discusión fue subiendo de tono porque él le echaba en cara haber tomado partido en su contra cuando el Unitetillo le cargó con la culpa de un antepasado del que, ni siquiera sabía qué cara tenía. Ella, cargada de SU razón, decía que, lo mismo que las deudas se heredan,  pasa igual con las culpas familiares. - ¡Eso no es así! - "¡Claro que sí!" - ¡Lo que no entiendo es que, sabiendo que somos asesinos, no pides el divorcio! - "¿Qué tiene que ver la velocidad con el tocino? Me gusta ser rica.. Lo cual  no quita para que piense que el inglés tiene todo el derecho a denunciarte" - Vale. Pues me divorciaré yo (dijo mi abuelito) - A mi me entraron los calores porque ya me veía sin heredar la Torre del Paseo Marítimo, así que fui a por Pascualita y la me la metí en el escote.

Tendría que ser maestra porque me gusta enseñar... No me refiero al escote, que también. - Quiero que veas lo que tienes que hacer cuando vuelvas a tu hábitat y tu pareja te amenace con el divorcio (le dije a la sirena que no le quitaba ojo a Andresito)  - A Pascualita no le gusta que ataquen a la abuela. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¡Vaya, pelea de enamorados. Que romántico! - "De romántico, nada, Cotilla... ¿No tienes por ahí aquella antigua receta para "calmar los nervios" que le fue tan bien a mi primer marido?" - ¡Oh, no! (pensé)

- Abuelitos ¿por qué no os calmáis? Tomaros un chinchón  - La nena tiene razón (terció la Momia) Sois unos niños caprichosos y malcriados. Daros un besito y haced las paces. - La pelea terminó 1 a 0 a favor de la bisabuelastra. 

Pero aquello fue para guardar las formas porque, en realidad, las espadas continuaban en alto. Lo supe en cuanto la Momia volvió a su cuarto a ver el programa de Mariló  y la abuela tiró a Pepe a la cabeza de Andresito - "¡Toma! Te persiguen los fantasmaaaaaaaaaaaaaaaas!" - Entonces el abuelito cometió una imprudencia. Cogió la cabeza jivarizada y volviéndose, la tiró a la cara de la abuela, que en un acto reflejo, se agachó y la esquivó. Cosa que no hizo Andresito cuando Pascualita se empotró en su cara en justa venganza por el ataque al que fue sometida su amiga. Y allí se formó la marimorena.

Nos costó mucho para y sujetar a Andresito. Lloraba, moqueaba, pataleaba y berreaba. Tenía la cara desfigurada de la hinchazón y le costaba respirar... Bueno, qué no hubiese tirado a Pepe. Yo también estaba indignada. Pero, demostrando mi buen corazón, dejé que calmara su dolor con una botella de chinchón y una siesta reparadora. Cuando despertó ya no recordaba nada, pero estaba echo un cromo..

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