lunes, 1 de diciembre de 2014

Mi bisabuelastra está de morros conmigo. Y ha tenido que ponerse la dentadura postiza para que le abultaran más porque, hace ya tiempo, que sus labios quedaron planchados. - No tengo edad para recibir regañinas de nadie (me dijo con su suave vocecita a la que se le notaba un ligero toque de cabreo) - Compréndelo, Momia. No está bien que uses el retrete del comedor. Es una escultura muy valiosa y, como tal, la tengo allí expuesta. (mentí) - Pero tiene agua... y la tengo más a mano que el cuarto de baño. - ¿Imagínate que entra alguien y te ve allí sentada? ¿Qué pasaría? - A mi no me importa que me vean. Ya lo tengo todo amortizado. - (Cambié de tema) ¿Quiéres una copita de chinchón? - Es la única cosa coherente que has dicho hasta ahora.

No quedé muy conforme de como acabó la discusión y al cabo de un rato, insistí - ¿Puedo estar segura de que no volverás a usar el wáter para nada? - Sí. Para nada no lo usaré... solo para mis necesidades fisiológicas. - Llamé a la abuela en seguida - ¡Ven a buscar a tu suegra! -

Mientras la calle era amenizada con el concierto de pitos, en casa celebraban un cónclave la abuela y la bisabuelastra. Media botella de chinchón después, supe el resultado: la Momia no se quería ir. Pero había claudicado en lo del inodoro al comprender que era la "casita" de su amigo el pez raro... Así que, ahora mismo iría Geooooorge a la tienda del señor Li a comprar un recipiente, más idóneo, para el pez. - ¿Ya está? - "No. Quiere un water en la salita y otro en su cuarto, para no tener que correr ni de día, ni de noche" - ¡¿Los limpiará ella?! - "Por supuesto que no. Es rica"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! (a la Cotilla le faltó tiempo para ponerme a parir) - ¡Con lo bien que iba el negocio de la reliquia y la tonta de tu nieta lo estropeó! ¡Quiero demandarla! - "Yo ya lo habría echo" - Oí la vocecita de la Momia: - Nena, me llevo al pececito a mi cuarto. - (¡Ojalá te coma! pensé) - Geooorge volvió con una gran jarra de cerveza de plástico - Señor Li darme esto, madame. - "¿Te vas a emborrachar?" - Decir que ser pecera. - "Jajajajajaja ¡Te ha contado un cuento chino, el jodío!" - Está de moda (dijo la Cotilla) Unos dijeron que iban al fútbol, en lugar de decir que iban a pegarse. - "Serían niñatos" - La mayoría tienen de 30 años para arriba. Murió uno. Ahora dirán que se les fue la mano. Sí, sí. Se quedaron cortos, unos y otros, porque querían un resultado más abultado. - "Hay mucho descerebrado suelto... Y esto viene a cuento porque Pepe, que tampoco tiene cerebro, me tiene, cada vez más convencida, de fue el dueño de la reliquia milagrera" - ¿Lo puedes confirmar? - "De momento estoy repasando los archivos de mi familia política" - La Cotilla fue a por la cabeza jivarizada - ¡Ay, Pepe de mis entretelas. Dime que eres tu el santo milagroso! - "No lo atosigues, mujer. Lo que tenga que ser, será"

La Momia venía por el pasillo con Pascualita en las manos para que estrenara la nueva pecera. Otra vez la sirena estaba lacia como un espagueti recién hervido - ¡¿Qué le ha echo ésta vez?! - Darle agua, hija. Se ve que no le ha sentado bien y eso eso que es agua de Solares. - La abuela y yo elevámos los ojos al cielo y mientras yo corría a meterla en agua de mar, la abuela le comentó a su suegra: - "La próxima vez prefiero que le des chinchón"

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