sábado, 14 de marzo de 2015

Cambios.

La Cotilla dice que no volverá a pisar mi casa porque está harta de que el alma de mi primer abuelito, la ataque. - ¿Por qué no ataca a tu abuela? Al fin y al cabo ella tuvo la idea de mandarlo al otro barrio. - Pero usted preparó el mejunje que lo mató ¿no es así? No debió gustarle el sabor. - Quedó pensativa unos momentos. - Sí, ese podría ser el motivo por el que me tiene tanta tirria. Era bastante amargo. - ¿No se les ocurrió mezclarlo con jarabe de fresas o algo así? - Pues... no. Lo que queríamos era que fuese efectivo. Y lo fue.

El último ataque que sufrió, de Pascualita, la pilló tan desprevenida que ya no se siente segura. - Prefiero comer un mendrugo de pan duro en mi casa, que una langosta en la tuya pensando que me atacará de nuevo el jodío de tu abuelito I. - No sabe cuanto me alegro de que, por fin, tome posesión de su casa. Así que ya me está dando la llave y se lleva el altar de los Amigos de lo Ajeno al 4º piso. - ¿Por qué al 4º piso? - Porque allí está su casa... - ¿Tan arriba?... ¿Y si se rompe el ascensor? - En ese caso le tocará hacer ejercicio de piernas jejejejeje - No es justo. - Ajo y agua, Cotilla. Hale, recoja a su Luisito Bárcenas, los velones y marchando, que es gerundio.

Llamó la abuela mientras estábamos en pleno palique. - "Pareces contenta ¿qué pasa?" - La Cotilla no volverá a poner los pies en ésta casa. Y todo gracias al fantasma del abuelito jejejejeje. - "Dile que se ponga" - ¿Para qué? - "Cosas de mayores" - ¿A qué a Pascualita se lo contarías? (dije bajando la voz) - "Claro, ella no es tonta"

Las dos amigas estuvieron hablando un buen rato. Mientras yo me acerqué a ver a la sirena. Parecía tan inocente e indefensa que daban ganas de estrujarla... en concreto yo preferiría espachurrarla pero luego me las tendría que ver con la abuela y eso me frenaba. - No sé cómo lo has echo, Pascualita, pero he sido relegada a un segundo puesto gracias a tí, jodía... Creo que te buscaré un novio peleón. De los que, o mata o muere, en el ritual amoroso... Te gustará jejejejeje.

Cuando volví junto a la Cotilla lo hice con otro ánimo. Había tomado una decisión que cambiaría mi vida. Volvería a ser la nieta que siempre fui. - Ya está todo arreglado (dijo la vecina) Me quedó contigo. Así no me tendré que preocupar por si se rompe el ascensor, ni comeré mendrugos de pan duros. - ¡Un momento! ¿No decía que se iba al 4º piso? - Pero como rectificar es de sabios, rectifico y me quedo aquí. Nos haremos compañía. Y para contentar al espíritu de tu abuelito, le contaré lo que  hice a Bedulio. - ¿De qué servirá? - Mi conciencia descansará por fin y el alma en pena sabrá lo arrepentida que estoy. - ¿Y qué gano yo con todo esto? - Tú, no lo sé pero yo realquilaré mi piso, cobraré un alquiler y llegaré a fin de mes tan ricamente. - ¿Y ese cambio tan repentino? - Una idea genial de tu abuela. - Corrí al teléfono y descolgó la abuela - "¿Digui?" - ¡¡¡La madre que te parió!!!


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