miércoles, 11 de marzo de 2015

La Nieta se queda sin empanada.

Pensé que la abuela me habría dejado alguna empanada para merendar pero, por más que busqué por todos los rincones, no apareció  ninguna. A pesar de saber que es de ideas fija, siempre pienso que, en algún momento se apiadará de mi y se portará como una abuela como Dios manda.

Decidí que no debía dejar pasar la oportunidad de afearle su comportamiento y llamé a la Torre del Paseo Marítimo. Se puso George. - ¿Digui? - Quedé en suspenso. - ¿Eres tú, Unitetillo? - Yes. - Como has dicho "digui"... - Ser integración linguísticau. Ordenes de madame. - Vaya. ¿Y que haces hoy para comer? - Sopaus mallorquinos. - ¿En serio? Pues ya puedes colocar otro plato en la mesa porque vendré a comer. - Si madame no decir yes, you no comer here. - Fruncí el ceño. Ya estaba el inglés tiquismiquis con sus tonterías. - ¡Soy la nieta, alma cándida! - I am el mayordomou y decir lo que he dichou.

Después de mandarlo, varias veces, a tomar viento, hablé con la abuela - ¿Por qué no me dejaste una empanada? - "¿Has pedido hora al otorrino?" - ¿Estás hablando conmigo? - "Esto me confirma que debes ir. No te enteras de nada." - Estás cambiando la conversación. Te hablo de empanadas y me sales por los Cerros de Úbeda. - "Ya te di ayer las razones y veo que no te enteraste. Me preocupas" - Eso es una novedad. Luego vendré a comer. - "¿Qué tendrá que ver la gimnasia con la magnesia?"

Total, que comí en casa un sopicaldo y unos huevos de codorniz que, entre todos hacían un huevo frito de gallina, acompañados con patatilla. - ¡Ave María Purísima! (la Cotilla, sin estridencias, se anunció detrás de mi y dí tal salto que faltó poco para quedarme enganchada en la lámpara del techo. - He decidido ser más comedida de ahora en adelante. Es una penitencia que me he autoimpuesto mientras mi gurú, Luis Bárcenas, siga teniendo sobre su cabeza, la Espada de Damócles de la Justicia ¿Es que no hay a nadie más a quién jugar o interrogar? Hasta que llegue el día de su liberación voy a ser una respetable señora mayor... un poco mayor., Muy poco.

Entonces llegó la abuela. - Vengo a tomar café, nena. - ¡Que cara más dura tienes! Y querrás que lo prepare yo ¿verdad? - Es un avance (dijo con guasa la Cotilla) Te adivina el pensamiento... Esto hay que celebrarlo ¡Niña, saca el chinchón! - "Pero hoy no se brinda. Es 11M"  


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