domingo, 3 de mayo de 2015

¡Descubiertas!

La abuela nos ha invitado, a la Cotilla y a mi, a comer en la Torre del Paseo Marítimo - "Pero no os acostumbréis. Es solo porque es el Día de la Madre y me gusta cumplir con las tradiciones que marca El Corte Inglés"

La mesa la ha presidido la Momia. Es la única madre en funciones de la familia. Y viéndola arrugada como una pasa, parece la madre de Eva (la de la manzana) Lo he comentado en la mesa y Andresito se ha picado. No por insinuar que su madre es muy mayor sino por mi incultura. - Eva no tuvo madre. - dijo muy serio. - Eso es imposible, abuelito. Hasta la Momia la tuvo ¿A qué sí, bisabuelastra? - Sus ojillos brillaban de alegría al ver reunida a la familia. - Ya lo creo jejejejeje - Pero Andresito seguía a lo suyo. - ¿Cómo puede ser que, a tus años, no sepas éstas cosas? Salió de una costilla de Adán ¿Qué te enseñaron en el colegio?

Lo miré, asombrada. ¿este hombre no sabe cuando se le habla en broma? Debí dejar el tema en este punto pero ya me había tomado unas copitas de chinchón on the rocks junto con unas aceitunas sevillanas y unas almejas a la marinera que preparó Geooorge y sentía el calorcito de la controversia dentro de mi. - Si crees este cuento para niños, dime ¿quién fue primero: el huevo o la gallina? - ¡Qué tiene que ver eso con lo que estamos hablando! Es teología y me sales con chorradas. - De eso nada, monada. Si descifras eso (que  no lo harás jejejejeje) podrás descifrar también lo de Adan y Eva.

A mi abuelito el chinchón no le cae tan bien como a nosotras y se puso un pelín borde. Cuando Geooorge nos avisó de que podíamos entrar al comedor, le pregunté qué íbamos a comer. El segundo plato eran costillas de cordero rebozadas, al romero y... - ¡¿Costillas?! No pienso comer úteros prehistóricos y encontrarme un diminuto Adan entre los dientes. - ¿Pero, que tonterías dice tu nieta? (pregunto, alarmado, a la abuela? - "Eso te pasa por meterte en camisa de once varas. Come y calla"

A la hora de los brindis, la estrella fue la Momia, porque aunque la abuela había sido madre en su día, hacía mucho años que no tenía hija. Y ni la Cotilla ni yo nos habíamos estrenado. La sorpresa la puso el Médico cuando dijo: Brindo para que el próximo año haya un bebé en ésta casa. (me miró sonriendo) y me comprometo a aplicarme con gusto para que así sea. - Quedé confundida. - ¿Tienes novia? Que callado te lo tenías. - La Cotilla lanzó un suspiro y dijo: ¡Que cruz tenemos con ésta!

La abuela esperó que salieran todos hacia el salón para sacar a Pascualita del termo de los chinos y meterla en una copa llena de chinchón, después la secó y la guardó de nuevo. Tomábamos el café hablando de nuestras cosas cuando sonó un ruído extraño. Algo así como: ¡hip!

El Médico lo dedujo en seguida. - Es un hipo. - ¿Para eso has estudiado tanto? (no me pude reprimir) - Pero no pudo darme la réplica porque el hipo se hizo contínuo y escandaloso. A la Cotilla se le pusieron los pelos de punta - ¡El fantasma de tu primer marido! (gritó y salió de estampida de la Torre del Paseo Marítimo) - Andresito, al que los ojos le bizqueaban, rependió a su mujer. - ¡No quiero a... tu ex... ¡hip!...marido en mi... casa! - La abuela ordenó a Geooorge que sentara a la Momia en la silla de ruedas y nos fuimos las tres de paseo. Al olor del mar, el hipo que salía del termo de los chinos, se aceleró y entonces, para nuestro asombro, la Momia dijo - Abre el tapón del termo para que, por lo menos, el animalito pueda disfrutar del paisaje. - Pero... pero... ¿Tú sabes...? - ¿Qué tenéis una sirena? claro. He visto tantas cosas en mi larga vida, que no se me escapa una.

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