viernes, 29 de mayo de 2015

Hay mieditis.

La abuela ha llegado a casa llorando a mares. - ¿Ha muerto Andresito? (he preguntado, solícita) - "Peor que eso... buaaaaaa..." - Entonces ¿la Momia? - "Ella nos enterrará a todos. La gente de los tiempos de Tutankamón es fuerte" - Pero ella no es tan mayor...  - "Puede que tenga medio año menos pero es de su quinta... buaaaa..." - Si no ha pasado ninguna desgracia en tu casa... ¿a qué viene esa llantina?

Nos sentamos a desayunar.  La abuela llenó su taza hasta más de la mitad de chinchón, el resto era cola cao. Se fue calmando, puso a Pascualita sobre el frutero... - ¿No vas a contármelo a mi? (me puse celosa al ver la jugada) - "Me es más fácil hablarle a un ser inteligente... Sabes que me gusta estar a la última moda (la sirena afirmó con la cabeza y yo quedé conmocionada ¡entendía a la abuela!) y Andresito llegó diciendo que había que deshacerse de algunos documentos no muy "limpios" - "¿Por qué?" - Ordenes de arriba (dijo, muy serio) Los sacó de su despacho y rehusó la bolsa de basura que le di. - Hay que triturarlos." - ¿Los masticásteis? (pregunté asombrada) - La abuela no me hizo ni caso ¿Cómo voy a enterarme bien de las cosas si no me las explica?

"La cuestión es que cuando me quedé sola, pensé en facilitarle la tarea a mi marido, triturando cuanto papel encontrara en los cajones del despacho. Como había muchos Geoooorge me ayudó, tijera en mano ambos y en poco tiempo solo quedó un montón de finos recortes. Cuando volvió Andresito y vio lo que habíamos echo, en lugar de agradecerlo, montó en cólera. Cuando se pone en este plan paso de él y desconecto yéndome a ver a Belen Esteban en la tele. Volví en mi cuando oí gritar que había destruído documentos pertenecientes a su familia desde el tiempo de los moros. ¡Y el testamento!... "¿Qué testamento?" - El nuestro. - "Se rehace y ya está" - ¿Sabes qué me contestó el muy cretino? Dijo: O no"

- "¡No quiere testar de nuevo! ¿Por qué? Si no tengo constancia de quedarme con la Torre del Paseo Marítimo,  no tendré aliciente para matarlo... si se da el caso" - ¿Te estás oyendo? -

¡Avemariapurísimaaaaa! Voy a montar de nuevo el altar de los Amigos de lo Ajeno porque Dios aprieta pero no ahoga y a Luis Bárcenas le van a conceder que pueda cobrar el paro. Se ha hecho justicia con él. Necesito colocar muchas velas junto a su foto para que, desde el Cielo vean su luminaria y sigan concediendo dones a mi ídolo. - Sacó un montón de trozos de velas de todos los grosores y tamaños y se marchó a la salita seguido de mis improperios contra el dichoso altar - ¡¡¡He dicho que no y es que no!!! Pero fue lo que ella quiso y poco después todas las candelitas estaban encendidas y amenazando con hacer arder mi casa, la finca, la calle y si me apuran, la Ciudad entera...

No hay comentarios:

Publicar un comentario