lunes, 27 de julio de 2015

Camisa de fuerza.

Me ha dicho la abuela que Bedulio está ingresado en el Hospital, en la sección de Psiquiatría ¡por culpa mía! Pero, bueno, acabarán acusándome de la muerte de la madre de Bambi a éste paso. - No le mordí yo, abuela. Fue Pascualita. - "No te escudes en eso. Dice que, nada más verlo, lo atacaste sexualmente ¡en medio de la Plaza de España! Comprendo que éste calor nos hace desvariar pero de eso, a montar un espectáculo erótico-festivo delante de la ciudadanía ¡sin cobrar! hay un abismo"

- ¿Hubieses aprobado que vendiera entradas? - "Naturalmente. En tiempos de crisis hay que aprovechar" - No es digno de ti decir estas cosa ahora que eres rica. - "Precisamente, si tienes dinero como tengo yo, te lo perdonan todo" - ¿Has ido a verle? - "Ahora vengo de allí?" - ¿Y cómo está? - "Con la camisa de fuerza puesta y gritando ¡Que me viola, que me viola!" - Pero si yo no... - "Dice el sabio refrán que lo locos y los niños son los que dicen la verdad" - Solo quería abrazarlo y que me abrazara pero no coordinamos los movimientos y me ha quedado este chichón de la frente de cuando me caí al suelo... - "Peor está él que, además de atado, le tienen con las piernas bien abiertas hasta que se le pase la hinchazón de los mordiscos de Pascualita... con éste calor"

- ¿Te ha reconocido? - "¡Ya lo creo!" - ¿Se acuerda de mi? - "Y de tu santa madre. Pide su pistola" - ¿Para qué? - "Los psiquiatras lo tratan de Manía Persecutoria porque grita que lo quieres matar." - ¡Tonterías! Lo que quiero es tener un hijo de él ¡Un biznieto, abuela! Y he llegado a la conclusión de que es el padre ideal. - "Esta noche te ayudaré a entrar en su cuarto y... ¡ñaca! Hay que aprovechar que lo tienen atado" - ¿No dices que está hinchado...? - "¿Ya estás poniendo pegas?"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! Tengo un problemón. Necesito encontrar un sitio grande donde instalar el altar de los Amigos de lo Ajeno porque, cada día, aparecen nuevos alumnos aventajados  y en la salita no caben todas las fotos y velas. - ¿Por qué no los coloca en su piso? Ahora está vacío. - ¡Tienes razón, alma de cántaro! Alguna vez te funciona el caletre.

¡Por fin voy a deshacerme de esa chusma que profana mi salita! Mentira me parece. - Estuve ayudando a la Cotilla para que no se volviera atrás. Estaba encantada. Allí tenía toda la casa a su disposición. Cuando volví a la mía sentí un resquemor... algo no iba bien.

Después de comer nos repantingamos en los sofás. En la tele daban una película de vaqueros. Nos hemos dormido pero, definitivamente, no hay color entre uno que pega tiros y los ciclistas.

Unos porrazos en la puerta, el ruído de sirenas, gritos de la gente, golpes en la escalera... todo esto hizo falta para que nos despertáramos. Menos mal que tenemos el sueño ligero. ¡La casa de la Cotilla estaba ardiendo! De repente me acordé del resquemor que sentí después de dejar montado el altar. ¡Había demasiadas velas encendidas! - La vecina lloraba a lágrima viva - ¡¡¡Mi casa. Mi casaaaaaa!!! - Me dio la risa floja - Jejejejejeje Es igualita a Ete, Cotilla. A ver, dígalo otra  vez jejejejejeje ¡¡¡Aaaaaaaaayyyyyyyyyyyy!!! Menudo capón me dió. - ¡Que poca correa tienen algunas! (me quejé)

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