sábado, 15 de agosto de 2015

Asuntos de Seguridad.

La abuela ha llegado temprano a mi casa con una bandeja de ensaimadas recién sacadas del horno. Y ha ordenado a Geooorge que las suba por la escalera, en lugar de en ascensor, para que el aroma que despiden llene de envidia a los vecinos. Siempre ha sido muy detallista.

Estando las dos solas en la cocina Pascualita ha podido estar a sus anchas mientras nosotras comentábamos el giro que dieron los acontecimientos de ayer ante el juez. Nos echaron a la calle con cajas destempladas - ¡Y no se acerquen más, ni por aquí ni a Bedulio, o las encerraré de por vida! (gritó, descompuesto, el juez) - "¿Por qué?" - (replicó la abuela a pesar de que yo tiraba de ella para largarnos antes de que al hombre se le cayera un ojo, o los dos, al suelo. - ¡Aún no lo sé. Largoooooo! (luego se giró y dijo) - ¡¡¡¿Dónde coño está la puta ambulancia?!!! - La abuela estuvo en un tris de regañarlo por mal hablado pero el juez ya no nos escuchaba.

Fueron dos las ambulancias que llegaron a la par. Una se llevó al juez. La otra a Bedulio, camino del manicomio... Pobre hombre.

Mientras Pascualita saltaba en su taza de cola cao, poniéndolo todo perdido y encantada de la vida, pregunté por el abuelito. - ¿Quedó preocupado cuando te llevaron detenida? - "No se enteró porque está en Madrid. Le mandé a ver a su amigo el ministro para que hablara con él "de lo nuestro" Es muy campechano y recibe a todo el mundo que sea de su cuerda y tenga algún problema de seguridad" - ¿Os han amenazado? - "Que yo sepa, no" - ¿Que problema tenéis entonces? - "Yo, ninguno pero Andresito, sí. Si no consigue que su amigo le quite la pila de multas de tráfico que se empeñan en ponernos por aparcar debajo de tu casa, tiene la SEGURIDAD de que ¡dormirá en la alfombra hasta que las ranas críen pelo!" - ¿Lo dices en serio? - "Y eso no es todo. Cuando se muera, tiene la SEGURIDAD, de que no pondré su foto en la Pared de los Finados en El Funeral" - Eso es muy cruel. - "Quién algo quiere... que se moje el culo"

Mientras pensaba que la vida, a veces, es muy injusta, Pascualita saltó a mi escote dándome un susto de muerte. Puse las manos ante mi cara... pero no me escupió. Reptó pecho arriba, se alzó sobre mi barbilla, acercándose a la nariz (¡me va a morder! pensé... pero no)  Nos miramos las dos a los ojos. Ella fijamente y bizqueando. Yo asombrada por aquella extraña reacción suya... Por un momento pensé que quería besarme y me ablandé - Oooooh, abuela. Que tierna es... Me quiere. - "No te hagas ilusiones. Le comenté lo tonta que fuíste creyendo que me había vuelto invisible y se ha acercado a comprobarlo ¡Mira. Hace la señal de OK jajajajajaja Está de acuerdo conmigo de que eres más tonta que ayer pero menos que mañana jajajajajaja"

No hay comentarios:

Publicar un comentario