martes, 6 de octubre de 2015

¿Solo el pasaporte? ¡Vaya!

La Cotilla ha venido más contenta que unas castañuelas. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! He tenido el corazón en un puño toda la mañana y por fin he visto la luz al final del túnel - ¿Se estaba muriendo? - ¡No seas ceniza! Mira, traigo la foto del nuevo mártir - Diga mejor Santo, que el otro día lo subió el Papa a los altares. - ¿Ah, sí? ¿Y el juez se ha atrevido a enfrentarse a la Iglesia? A éste lo excomulgan y arderá en las calderas de Pedro Botero, por toda la eternidad. - Ya no hay Infierno.

Del bolso sacó la fotocopia de una fotografía. - ¡Fíjate! ¿has visto que hombre más sexi? Quedará fantástico en el altar de los Amigos de lo Ajeno. - ¿Ha bebido de buena mañana?... Tiene que ser esto o tenemos una conversación de besugos (dije, extrañada) He oído decir muchas cosas de San Junípero Serra pero que fuera sexi..., no. - ¿Quién es ese?  - ¿No hablábamos de él? - ¿También le acusan, injustamente, de llevarse una pasta gansa de los contribuyentes? - ¡¡¡¿Pero qué dice?!!! Es el santo mallorquín que fundó un montón de ciudades americanas. -... ¿Un fraile que nació en Petra? - ¡Ese! ¿Y qué tiene que ver con lo que estamos hablando? - No tengo ni idea... Es que ha sido mirar la foto y ponerme a cien. - ¡Cotilla!

- En bañador está irresistible. Con esa barriguita tan mona. Esa sonrisa de niño bien... ¡Ayyyyyy! - ¡Pero si es Rodrigo Rato saltando desde un yate al agua!... ¿barriguita?... ¿mona? Vaya al oculista, vecina. Hoy este tipo dormirá en la cárcel ¿verdad? - ¡Noooo! Por esto estoy contenta. Ha entregado el Pasaporte y ¡listo! - Debe tener más en casa. - No te quepa la menor duda. De casta le viene al galgo. Tiene colgados de la pared de su casa, los retrato de su abuelo y su padre. Toda una saga de "listos" - ¿Lo sabe de buena tinta? - Lo segundo, si. Lo de los cuadros lo intuyo.

- Todos han pasado por la misma "universidad" Cotilla: los Juzgados. ¡No quiero la foto de este tahúr en mi casa! Es más, ¡no quiero que usted entre en MI salita! - Tengo que hacerlo porque voy a MI altar. - ¡He dicho que no! - ¡He dicho que sí!

Tuvimos un tira y afloja hasta que ella dijo. - Está bien. Tomemos un chinchón a ver si nos calmamos. - Y fui tan tonta que accedí. De modo que entramos a la salita. - ¿Dónde está la foto de mi gurú, Bárcenas? (gritó, histérica) -  Entró por la ventana una fuerte ráfaga de viento y se la llevó. La busqué por toda la calle y no pude encontrarla... Lo siento... - Los chinos sabrán que tu empujaste al señor Li, ventana abajo.

No me lo pensé dos veces. Corrí a por Pascualita, gritándo: ¡Abuelito, ayúdame. La Cotilla quiere matarmeeeeeeeeeee! - Un sonoro ¡¡¡Pon!!! de la puerta, me hizo saber que la vecina había puesto pies en polvorosa y bajaba las escaleras de cuatro en cuatro. La sirena y yo nos sentamos a ver a Belen Esteban en la tele mientras dábamos cuenta del chinchón. No me acordé de que ésta mujer pone frenética a Pascualita que saltó hacia adelante estampándose contra la pantalla e intentando morderla. Luego llevó su rabia al altar de las los Amigos de lo Ajeno e hizo picadillo la fotocopia de Rato que la vecina había dejado allí - Después se relajó y pudimos terminar, tranquilamente, nuestra copa.


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