jueves, 25 de febrero de 2016

La abuela me pone las peras a cuartos.


La puerta de casa se abrió de golpe y retumbó en la pared. ¿Un trueno espantoso? preguntó mi inconsciente. Nadie le contestó porque yo dormía como un lirón. El inconsciente siguió preguntando ¿un avión que ha roto la barrera del sonido? ¿ha descarrilado el tranvía?... Abrí un ojo ¿el tranvía? Esto no me cuadra. Hace siglos que quitaron los tranvías de Palma ¿A qué viene esto? ...Inconsciente! ¡Déjame dormir! - "¡Sal de la cama, maldita sea!" (gritó la abuela, encuadrada en el marco de mi cuarto)

Ni que decir tiene que salté y me puse firmes sobre la alfombra. La abuela tenía un cartel en las manos, que me enseñaba como si fuera el cuerpo del delito de un crimen del que yo era la culpable. - "¡¿Cómo has sido capaz, boba de Coria?!" - ¡No he matado a nadie, abuela!

La seguí hasta la cocina mientras ella entronizaba a Pascualita sobre el frutero para que no se perdiera ni una coma de lo que allí se diría. Pero antes, desayunamos y la sirena saltó, feliz, a su taza de cola cao. Todo el contenido pasó a la mesa de golpe. Entonces volvió a saltar, esta vez para salir y reptando, se rebozarse en el chocolate mientras se relamía. - La abuela la cogió por la escasa mata de algas de su cabeza y la metió bajo el grifo del fregadero. - ¡La vas a ahogar. Esto es agua dulce! - Pascualita, desconcertada, se acercó al paquete de magdalenas caducadas, se tendió sobre la mesa y en un momento, se la comió. Luego otra, otra, otra y otra... Total, que nos dejó sin nada que mojar en un santiamén.

- "¿Reconoces que has escrito éste cartel?" - Sí, pero... - "¿Reconoces que me has humillado públicamente?" - Es que... -"¿Te has atrevido a lavar nuestra ropa sucia fuera de casa?" - A cada nueva pregunta daba un paso más hacia mi. - ¡Para, que me das miedo! - La sirena nos miraba atenamente. No parecía gustarle el caríz que estaba tomando aquello - "¡Me acusas de haber contagiado a todos los vecinos y cuelgas el cartel en la entrada!" - ¡Solo he dicho la verdad! -

¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¿Nos vamos a la presentación? Yo ya estoy lista: - "Ahora mismo, Cotilla. Espera que ésta irá a explicarle a los vecinos que lo que dice el letrero, que la gripe se contagió por mi culpa, es mentira. ¡Ya estás tardando!" - ¿A dónde vais? - A culturizarnos a la librería Literanta. Pau presenta a sus famosos perros, Atlas y Axis, hablando en italiano" - ¡Quiero ir! - "Ni hablar del peluquín" - Y saldremos por la tele porque le harán entrevistas (dijo la Cotilla con mala baba) - ¡Yo también quiero saliiiiiiir! - "Y nos llevaremos "esto" (la abuela se colgó del cuello el termo de los chinos con Pascualita dentro) y "ésto" - ¡¡¡Nooooooooooooooo, La botella de chinchón, noooooooooooooooooo!!!

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