viernes, 5 de febrero de 2016

La Cotilla está pallá

El golpe que le di a la Cotilla la dejó atontada y no daba pie con bola. A ratos dormía, a ratos se despertaba... y a veces me preguntaba quién era ella. Pensé que era una ocasión para reírme de ella, así que, cuando volvió a preguntarlo, le dije que era la madre de Bambi. Me miró con los ojos muy abiertos y después, titubeando, dijo - ¿Tengo un hijo? - Pues sí. - Debo ser una mala madre porque no me acuerdo de él. - Sí, bastante mala. - ¿Qué quiere decir Bambi? - Es el diminutivo de Bartolo - ¿Mi marido se llama Bartolo? -Sí. Y tenía una flauta con un agujero solo. - ¿Tenía?... ¿murió? - Se largó a la Conchinchina. - ¿Eso está lejos? - Es un bar que hay a la vuelta de la esquina. - Entonces ¿volverá? - Quién sabe. Hace veinte años que salió a por tabaco...Encontraría cola. - ¿Veinte años? entonces ¿cuántos años tiene Bambi? - Cincuenta y pico, calculo yo. - Pues que pena. Me hubiese gustado cambiarle los pañales, darle de mamar, cantarle nanas... - ¡Eso ya no se lleva! Ahora los niños ya nacen sabiendo hacer todas estas cosas jijijijijijijijiji

Pascualita nos miraba, escondida entre las flores del altar de los Amigos de lo Ajeno. Parecía muy atenta a lo que hablábamos la Cotilla y yo. - ¿Me acompañas a la Conchinchina a buscar a mi marido? (preguntó la Cotilla) - Huy, no tengo el cuerpo como para ir en busca de nadie.

La abuela entró echando chispas. - "¡Estoy hasta las narices de los operadores telefónicos que todos los días llaman a la hora de la siesta!" - ¿Esta quién es? - La que le vende el tabaco a su marido jijijijijiji - La Cotilla saltó sobre la abuela como un tigre de Bengala - ¡¿Por qué no estás despachando a Bartolo?! - "¿Quién es Bartolo?" - ¡Su marido! jajajajajaja - ¡Hace veinte años que por tu culpa no lo veo. Ya no sé que cara tiene!

En un santiamén puse al corriente de la broma a la abuela. - "A tu marido lo tengo disecado en el mostrador anunciando Malboro en plan tipo duro" - Bueno, por lo menos no ha perdido el tiempo.  ¿Y mi Bambi? - "Saltando por el bosque, de flor en flor" - ¿Entreteniéndose? - "De caza. Es un mariposón" - Hay que ver de las cosas que me estoy enterando... ¡Mirad, el chupete de mi bebé! - "¿Qué bebé?" - Tenía la ilusión de dar el pecho a su niño jijijijijiji... ¡¡¡Oiga!!!... ¿Qué hace? ¡¡¡DEJE A PASCUALITAAAAAA!!!

La Cotilla, sin dar tiempo a nada, corrió hacia la sirena que se había quedado al descubierto y cogiéndola de la cabeza, se metió la cola en la boca y empezó a succionar mientras Pascualita lanzaba dentelladas al aire. - Así hacía mi chiquitin... Ahora lo recuerdo... Mi bebé... - La abuela pilló al vuelo la solución al problema. - "¿Qué bebes?" - ¡Chinchón! - contestó la vecina y en cuanto tuvo la copa en la mano, cogió a la sirena, pidió un palillo y a punto de ensartarla, dijo: - Siempre he pensado que al chinchón le falta una aceituna. - ¡¡¡COTILLAAAAAAAAAAAAA!!!



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