miércoles, 16 de marzo de 2016

Estatua de casa.

La Cotilla no levanta cabeza. Sigue con sus apuros monetarios por más trapicheos que hace. Ahora se le ha ocurrido hacer de estatua de casa. Y ha empezado a practicar en la mía. ¡Me ha dado un susto de muerte!

Cuando ésta mañana he ido, adormilada, al cuarto de baño he encontrado una mujer vendiendo espárragos sentada en mi inodoro. Así que he ido a la cocina a preparar los dos cola caos, para Pascualita y para mi. De repente se me han puesto los pelos de punta ¿qué hace una vendedora de espárragos en mi baño? ¿Por dónde ha entrado?... ¿Y por qué estaba tan quieta? ¡Ay, Dios mío. Tengo un alma del Purgatorio en casa!

He llamado a la abuela - ¡Un ánima del Purgatorio está haciendo sus necesidades fisiológicas en mi baño mientras vende espárragos! - "¡Te he dicho mil veces que no bebas sola, boba de Coria, que luego no queda para las demás!" - Esto no tiene nada que ver con el chinchón. ¡Corre! - "Házle una foto mientras tanto" - Vas lista si crees que voy a entrar ahí ¡Tengo un orinal para las urgencias!... pero está en el baño...

Parapetada tras la escoba, la abuela ha abierto la puerta dispuesta a mandar a la intrusa de vuelta a al Purgatorio. Desde la cocina, donde me había escondido, he oído - "¡COTILLA ¿QUÉ HACES DE ESTA GUISA?!" - ¿La Cotilla? (pensé)... ¡¡¡¿La Cotilla?!!!

Mientras desayunábamos nos contó la idea que había tenido. - Cobraré a 20 euros la hora. - ¿Siempre hará de vendedora de espárragos? - No. Dependerá de la época. Por ejemplo, ahora también hago como que vendo fresas. Cuando llegue el verano fingiré que vendo melones o sandías. - Perdone que se lo diga, Cotilla, pero se va a repetir más que el ajo... ¿Siempre de vendedora? - Puede que tengas razón. Ayer practiqué de mujer que lee el periódico al revés. - "¿Qué gracia tiene eso?" - Me había sentado en el parque y varias personas se acercaron, unas se rieron y otras me avisaron de lo que pensaron era un despiste. - ¿Y usted que hizo? - Seguí impertérrita. Las estatuas ni dicen ni hacen... Lo hice tan bien que hasta me cagó una paloma. Sobre mi falda puse unas tarjetas anunciándo que me alquilaba por horas para las casas. - "¿Ha funcionado el invento?" - Sí. Esta tarde trabajo en una casa de postín. Celebran una fiesta de Pedida y como los consuegros están forrados, ellos no quieren ser menos "Tienen un Miró en el comedor y nosotros tendremos una estatua de Rodín" me han dicho - "¿Qué tienes que hacer?" - Estar en una esquina y pensar, desnuda, las horas que haga falta. - "Toma, Cotilla, bebe que lo vas a necesitar" - Y le dio una botella sin empezar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario