lunes, 25 de abril de 2016

Salir del armario.

Esta mañana ha habido cónclave familiar en casa. Los abuelitos han llegado cargados de ensaimadas, bombones y un neceser lleno de útiles de maquillaje y manicura. - ¿Todo ésto es para mi? No es mi cumpleaños... - "El regalo es en desagravio por no haber sabido entenderte en todos estos años y haberte presionado con lo del biznieto" - ¿Estás de cachondeo, abuela?  - "Nunca es tarde si la dicha es buena, dicen. Pues bien, ya me he convencido de tú realidad y la he aceptado. Así que, después de desayunar, Andresito y yo vamos a adoptar un biznieto y aquí paz y después gloria"

- ¿Te das por vencida? ¡No me lo puedo creer! - "Digamos que se me ha caído la venda de los ojos. Me hubiese gustado que el crío fuera sangre de mi sangre pero si la cosa viene así, hay que aceptarla" - No acabo de entenderte, abuela... ¿Ya le has dado un tiento al chinchón? - "Todavía no" - La Momia, que también desayunaba con nosotros, intervino. - Nunca se me ha ocurrido tocar ese palo que tocas tú... Pero nunca es tarde para éstas cosas. - ¡¡¡Mamá!!! (le reconvino Andresito) - ¿Seguro que no habéis bebido? Es que no sé qué demonios me estáis contando.

- "Hablamos de tu... "condición" - ¿He puesto una condición? ¿Cuándo? . "No la has puesto. La tienes" - Abuelito ¿por qué no me lo explicas tú? - ¡No, no, no, no! Me da corte. - La Momia les riñó por estar dando más vueltas que un molino. - No me extraña que la nena no sepa de qué habláis. Yo a penas os entiendo y eso que sé de qué va la cosa. Y luego os la dais de modernos!

- "Verás, nena, tendrías que haberme contado hace tiempo que te gustan las mujeres" - ¡¿A mí?! - "Nos hubiésemos evitado enfados y sermones" - Pero... pero... - "¡Sal del armario de una vez. Reconoce tu tendencia y se libre! - Oye, que yo no... - "No tengas miedo. Te comprendemos" - Y yo me comprometo a probarlo.(remachó la Momia) - ¡¡¡MAMA!!!

El galimatías con el que me estaban enredando entró, por fin, en mi mollera. - ¡Habéis perdido el norte! ¡Lo único que sale de mi armario es la ropa que tengo que ponerme! ¡Estáis como cabras! ¡Y si encuentro con quién tener a tu biznieto, lo tendré; si no, te compras uno por Internet. No te jode!

Pascualita se asomó al borde del acuario y me tiró un chorrito de agua envenenada a los ojos. Afortunadamente no me dio, pero sí al abuelito que empezó a gritar y saltar como un energúmeno. Cuando pudo atraparlo, la abuela lo cogió del brazo y salieron de casa seguidos por la Momia que se las veía y deseaba para caminar recta con los altos tacones que llevaba. - "Vamonos, Andresito. La nena tiene ahora que pensar en cómo encauzar su vida después de que hayamos descubierto su secreto" - El zapato que les tiré se estrelló contra la puerta que acaban de cerrar. Lástima.

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