martes, 31 de mayo de 2016

Carril bici.

La abuela ha agitado ante mis narices un monedero lleno de calderilla, tal como ella ha nominado a los euros que ha ganado vendiendo sus antiguas pertenencias. - ¿Has sacado mucho? - "Eso es lo de menos. Ahora tengo dinero, contante y sonante y si quiero tomarme un café en cualquier sitio, no tengo que pagar con un billete de 500 euros. No sabes la mala cara que me ponen siempre"

- ¿Y la maleta que te dejé? - "Voy a seguir usándola" - ¿Vas a vender toda tu ropa? - "La de Andresito. Tiene montones de cosas que no lleva" - ¿También quiere tener dinero de bolsillo? - "No se lo he preguntado, pero el que saque es para mi" - Que egoísta eres, abuela. - "Rica es lo que soy, boba de Coria"

De pronto una evidencia vino a mi cerebro - ¿No notas algo raro? - "¿Qué no hemos tomado chinchón?" - Presta atención, abuela. No escuchas... el silencio en la calle. - "A cualquier cosa le llamas tu silencio: se oyen coches, gritos de gente, autobuses, un avión, unos perros ladrando, una discusión... Siento desilusionarte. Te recomendaría a nuestro otorrino para que te de un repaso a las orejas pero es muy caro... y tu eres una proletaria del montón. Será mejor que te compres una trompetilla. A principos del siglo XX eran unos sonotones formidables" - ¡Pónte tú la trompetilla! ¡¡¡No hay concierto de pitos debajo del balcón!!! ¡No me digas que, por fin, Geoooorge ha aparcado bien! - "Mi mayordomo no me ha acompañado hoy. Hay cosas que no le importan a nadie ¿Qué hubiese pensado de mi viéndo como me deshago de mi ropa por dinero. No lo entendería" - ¿Cómo has venido, entonces? - "En bicicleta de esas que puso el Ayuntamiento" - ¿En serio? ¿Y por el carril bici? - "Eso, no. Voy por la acera" - ¿Por qué? - "Ese sitio es para las personas que llevan el carrito de la compra. Bien contentos que iba por allí una pareja de viejecitos volviendo del mercado"

Por más que le he dicho que no era así, no he podido convencerla y encima, me ha puesto como hoja de perejil delante de la sirena. Al final le ha preguntado, como si estuviera hablándole al espejo mágico: - "Pascualita, Pascualita... ¿Quién es la mujer más tonta de todo el Estado?" - ¡Y me señalaba a mi la muy jodía! Entonces la sirena ha echo la señal de OK y yo, cogiendola por la cola, la he tirado al acuario psicodélico estampándola contra el cristal. Me he quedado a gusto... a medias. ¡Que bonito hubiese sido poder tirar también a la abuela!












No hay comentarios:

Publicar un comentario