jueves, 9 de junio de 2016

La amenazas de Andresito.

Nos hemos tenido que venir todos a mi casa porque, cada vez que veíamos a Andresito, nos daba la risa floja.

Para acabar de rematar la broma, a la abuela le ha dado por poner tangos a todas horas y el abuelito ha entrado en una depresión de caballo. Y claro, viéndole con ese caracolillo en medio de la frente, no podíamos tomarnos nada en serio.

Finalmente ha montado en cólera y nos ha amenazado: con divorciarse de la abuela; meter a la Momia en una Residencia donde no le dejen tener cubanos culitos-respingones; dejarme sin la Torre del Paseo Marítimo en su testamento y mandar de vuelta a Inglaterra a Geooorge con una carta donde pondrá su reputación como mayordomo, por los suelos. Bueno, pues ni aún así, hemos dejado de reir.

Debo reconocer que, poco a poco, nos ha ido entrando una especie de sudor frío cuando hemos sido conscientes de las amenazas del abuelito. Y hemos pasado de la risa al miedo con la misma velocidad con que hemos puesto a parir a la abuela porque: - ¡¡¡Te has pasado tres pueblos!!!

Se nos han quitado hasta las ganas de comer. Ha sido la Momia quien ha ordenado a Geoooorge que pidiera comida china. - Tenemos que estar fuertes si queremos salir de este atolladero. Lo primero que vamos a hacer es pedirle perdón al pánfilo de mi hijo. - Todos estuvimos de acuerdo menos... la abuela.

- "Si hay que divorciarse, me divorcio y en paz. Mira la Presley que bien montado tiene el negocio. Yo puedo hacer lo mismo. Me busco un hombre más mayor que yo, con la cartera bien abultada..." - Tal vez tengas que buscar entre las momias del Museo del Cairo para encontrar alguien más mayor que tu¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyy!!! - Que arte tiene ésta mujer dando capones.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿Hay cónclave familiar? (dijo, asombrada de vernos a todos allí) ¿Y Andresito? - "Ha ido a por helado" (le soltó la abuela. No tenía ninguna gana de discutir con la Cotilla) - ¿Eso es lo que hay para comer? ¿Comida china? Vale.

Después de la siesta, la Cotilla, que es de ideas fijas, preguntó nuevamente por Andresito. - "Ya se ha ido a El Funeral, me esperará allí" - ¿Y el helado? - "Se lo ha comido Geooorge" - ¡¿Todo?! Que permisiva eres con el servicio.

Era la hora en que la abuela se va a la cafetería cuando llamaron a la puerta. Era Andresito que venía a recogerla para ir juntos. Llevaba una pinta como la que le gusta a ella, pendientes incluídos y una anilla en la nariz ¿para que lo llevara del ronzal?

Pascualita, que había estado descuidada todo el día debido a la cantidad de gente que había en casa, nos miraba desde el borde de su acuario psicodélico. Cuando los abuelitos se fueron, más contentos que unas Pascuas, los demás empezaron a desfilar hacia la calle. Momento que aprovechó la sirena para lanzar un chorrito de agua envenenada en un ojo del cubano culito-respingón... ¿Por qué?.. pues, tal vez porque le hizo ilusión tirarsela a alguien a quien no conocía.


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