lunes, 11 de julio de 2016

Contaminada.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa Pensé que un baño, con este calor, me refrescaría y dejaría como nueva. - ¡Caray, ¿de qué va disfrazada?... ¿de lechuga... de marciana... de manojo de acelgas con judías? Tengo que decirle que el verde es un color que no le favorece a todo el mundo, por ejemplo, a usted. - ¿Ahora eres daltónica, boba de Coria? ¿dónde ves el verde? El vestido es azul. - Eso ya lo veo. Es el maquillaje que se ha puesto en la cara, por cierto, bastante revulsivo. - ¿Has desayunado con chinchón? ¡Que jodía! Ya podrías invitar. - ¡Echese una mirada en el espejo, coñe!

- La abuela llegó en este momento y juntas escuchamos el horrible alarido que salió del cuarto de baño. - "¿Tienes un asesino a sueldo en casa, nena?" - Es la Cotilla que se nos ha vuelto marciana. - "Como te afectan los vapores etílicos de buena mañana"

La vecina salió despavorida, tropezando con la abuela que la miraba boquiabierta. - "¡¡¡Ostras!!!" - ¡Ayudádme, ayudádmeeeeeee! - Ya le he dicho que se le ha ido la mano con el maquillaje. - ¡Que no es eso, boba de Coria! - "¿Te has dado una mano de pintura?" - ¡¡¡NOOOOOO!!! - "¿Entonces...?" - ¡No sé qué puede ser! - "¿Has hecho algo fuera de lo normal? - Pues... he ido a Can Pere Antoni a nadar... - "¡No me digas más! Te has contaminado... ¡Eh, quita, bicho. No te acerques a mi que ahora que soy rica quiero vivir lo máximo posible y en buenas condiciones, como la Momia."

La Cotilla lloraba como una Magdalena. - ¡¡¡Me moriré!!!... snif... ¡¿Qué será de míííííí...?! - "Te guardarán en formol para que la Ciencia estudie tu caso. Por fin serás importante y famosa, mujer" - Pero las explicaciones de la abuela no la consolaban. - Ya sé lo que puede hacer, Cotilla. Aproveche la oportunidad para mostrarse a la gente, a cinco euros la visita. ¡Menudo negocio!

Las lágrimas dejaron de fluír - ¿Tú crees? - Una mujer verde no se ve todos los días. Además, esas ronchas que le están saliendo, la asemejan a un cocodrilo ¡Se va a forrar! - "¡Animo, Cotilla, que no hay mal que por bien no venga!"

Por fin una sonrisa espantosa le iluminó (es un decir) la cara. - Dicen que Dios aprieta pero no ahoga jijijijiijiji - "Cosa que no deja de tener mala uva... " - Eso sí. - ¿Quiere un chinchón? - "Pónlo en vaso de plástico y luego lo tiras" (dijo la aprensiva de la abuela)

 Pascualita vio pasar a la Cotilla, camino de la salita y se le erizaron las algas de la nuca, los ojos de pez iniciaron una feroz rotación, los dientes de tiburón salieron a pasear, se llenó la boca de agua que se envenenó al instante y lanzó un chorrito a los ojos de la vecina. La puntería fue perfecta y los gritos se oyeron dos calles más arriba de la mía. Estoy segura de que mañana, el alarido, será portada de los periódicos.

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